General, Vida Galáctica — 25 enero, 2008 at 12:48 pm

Encuentro en las Pléyades, por Preston Nichols

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Tomaos vuestro tiempo para ver esto, pero no os lo perdáis. También deberíais escuchar este audio de  «mundo desconocido»  dando un  repaso a las teorías de David Icke.

En 1968, Preston Nichols conmocionó y dejó consternados a los servicios de inteligencia estadounidenses cuando anunció públicamente en Chicago, ante un grupo de unas 300 personas, su intervención en un «proyecto negro» secreto que tuvo lugar en Long Island. Conocido con el nombre oficial de Proyecto Fénix por el servicio de inteligencia y los círculos militares, coloquialmente se le llamó proyecto Montauk (recibió el nombre por el lugar donde se llevó a cabo: Montauk, en el estado de Nueva York) y constituye el tema de un popular libro titulado The Montauk Project: Experiments in Time (El proyecto Montauk: experimentos con el tiempo) escrito por Preston Nichols en colaboración con Peter Moon.

Este libro, por el que el señor Nichols se hizo famoso, relataba importantes acontecimientos que comprendían ciencias secretas como el control del tiempo meteorológico y el control mental. Supuestamente, estas actividades llevaron a una teleportación a gran escala y a la materialización de objetos, que a su vez condujeron a un control del tiempo cronológico.

Aunque su investigación ha sido celebrada por muchos y condenada por otros, nadie puede negar que Preston posea una gran maestría sobre la tecnología electromagnética y que haya estado involucrado en investigaciones secretas gubernamentales. En esos círculos siguen requiriendo sus opiniones y consejos profesionales.

ENCUENTROS CON LOS OVNI

Mi primera experiencia paranormal tuvo lugar cuando tenía cinco o seis años. En una ocasión me desperté y vi lo que yo creí que era el rostro de Dios mirándome desde la puerta. Estaba claro que no era la cara de mi padre ni de mi madre. Tenía la piel de un color muy claro y estaba rodeado por un largo cabello blanco. Aunque me encontré con ese rostro muchas veces, no recuerdo ninguna otra experiencia inusual hasta la adolescencia. Todavía no sé si la cara que veía estaba directamente relacionada con mi ulterior relación con los OVNI.

Fue en 1961 o en 1962, a la edad de quince o dieciséis años, cuando vi mi primer OVNI. Justo antes de esa época, mis padres me habían construido un pequeño cobertizo rojo en el extremo de nuestro patio posterior. Yo estaba loco por la electrónica y ellos querían que tanto yo como mis juguetes saliéramos del interior de la casa. Decían que mientras llevaba a cabo mis experimentos hacía los ruidos más espeluznantes que jamás habían oído. Naturalmente, en esa época todavía no había aprendido a instalar correctamente el retroalimentador negativo de un amplificador de sonido.

Si esto se hace mal, salen gritos y lamentos que parecen los de un alma en pena. Tardé cierto tiempo en saber por qué. Resultó que todo lo que hacía falta para anular los alaridos era invertir los conductores de las terminales de salida de los transformadores, pero hasta que lo descubrí puede que el amplificador estuviera emitiendo chillidos durante una semana. Mediante la construcción del cobertizo, mis padres me permitían continuar con mi afición y al mismo tiempo se aseguraban de que estuviera lo más lejos posible de la casa.

En poco tiempo tuve la cabaña llena de receptores de radio y un par de viejos televisores. Incluso conseguí cierto equipo de pruebas que parecía sacado del laboratorio de Marconi. Como yo tenía más material de pruebas que todos mis compañeros de clase juntos, supongo que, como estudiante de instituto, lo estaba pasando todo lo bien que podía.

Una noche en que estaba haciendo chapuzas en mi laboratorio, no lograba que los transmisores de radio conectaran con otra cosa que no fuera un extraño zumbido. Seguía apareciendo por los transmisores. De repente, se fue la electricidad y las luces se apagaron. Salí fuera y observé un objeto refulgente en forma de disco que flotaba en el patio a unos 60 metros del suelo. Calculé que el ancho sería de unos 15 metros y la altura quizá de seis. El color era un blanco brillante. De forma repentina, el disco pasó encima de mi cabeza y se marchó. Subió en vertical y después realizó algunas maniobras imposibles antes de ascender de nuevo en línea recta. También me di cuenta de que mi casa y las de toda la vecindad se habían quedado a oscuras. Al cabo de un rato volvió la electricidad.

Lo siguiente que observé fue a mi madre saliendo a toda prisa de la casa. Estaba muy excitada y Dijo: «¿Viste eso? ¿Viste eso?»

-Sí, mamá, claro que lo vi. -respondí.

-¿Sabes lo que era? -dijo.

-No lo sé. Me pareció un platillo volante.

Ella me dijo que, fuera lo que fuera, había hecho que el televisor dejara de funcionar. Entonces le comenté que las radios de mi taller también lo habían hecho.

Esta experiencia en particular fue mi primer «encuentro en la primera fase». Éste es un término popular dentro del mundo de la ufología que se refiere al avistamiento de un OVNI. Un «encuentro en la segunda fase» es cuando se ve al OVNI aterrizar en una vecindad inmediata. El «encuentro en la tercera fase» es cuando o bien la persona es llevada a bordo o entra en comunicación con los alienígenas. A veces las experiencias de abducción se denominan «encuentros en la cuarta fase».

Ese avistamiento de un OVNI en el patio de mi casa resultó ser el primero de muchos.

Aproximadamente por esa época (primeros años de la década de los sesenta) se dieron muchos avistamientos por la zona de Islip, la ciudad de Long Island donde crecí y todavía sigo viviendo. Un día, recuerdo que fue en 1964, me encontraba con un grupo de chicos del instituto. De repente, la escuela empezó a vaciarse y todos los estudiantes corrieron hacia fuera. Sobre el campo de béisbol maniobras aéreas. Era muy extraño y parecía medir solamente unos 120 centímetros de diámetro.

Todavía no estoy seguro de lo que era, pero de súbito desapareció. Ése fue mi segundo encuentro con un OVNI.

A BORDO DE UN OVNI

Durante la mayor parte de la década de los setenta estuve trabajando para un importante contratista de defensa de Long Island. Fue en 1974 ó 1975 cuando mi jefe me dijo que había sido seleccionado para formar parte de un grupo especial que analizaría cierta tecnología extranjera localizada en una base no especificada de las Fuerzas Aéreas estadounidenses. Supuse que lo que íbamos a examinar era algún tipo de tecnología rusa o china y comenté que me encantaría unirme al grupo. Entonces simplemente me dijo que la tarea no era voluntaria tenía que ir.

Fuimos seis los que subimos al avión que despegó del aeropuerto Republic Field de Long Island.

Finalmente, después de ser informados sobre varios factores de seguridad, nos llevaron a otro hangar, donde vimos un OVNI con forma de disco.

Yo miré a uno de los empleados de las Fuerzas Aéreas y le dije: ¡Eh!, eso es un OVNI.

El piloto dijo: “A callar. Se supone que no debemos decir cosas como ésta. Es un aparato extranjero”

Desde fuera, el aparato era plateado y tenía el aspecto del típico platillo volante en forma de disco. Parecía tener unos 15 metros de diámetro y 6 metros de alto. También tenía una cúpula de quizá unos 4,5 metros de ancho. Toda la nave descansaba sobre tres patas que salían de la parte inferior. Había una rampa que ascendía desde el suelo hasta una puerta situada en el borde del artefacto.

El aspecto más sorprendente de este platillo volante se hizo patente cuando subí a bordo. Por dentro era absolutamente enorme. La nave sólo medía unos 15 metros de diámetro, y sin embargo caminamos en una dirección durante lo que me parecieron unos diez minutos. El espacio era de literalmente cientos o miles de pies. En aquel momento no lo supe explicar. Con los conocimientos que ahora poseo, está claro que penetramos en una realidad artificial cuando entramos en la nave.

Este es un aspecto clave para la construcción de un OVNI y su capacidad de viajar de un lugar a otro.

Aunque he dicho que caminábamos por una realidad artificial, era algo tan real como la habitación en la que usted está sentado ahora mismo. El siguiente punto de interés que observé es que no se podía ver ningún tipo de control. Ni botones, ni palancas, ni mandos. Mientras caminábamos por el pasillo de compartimiento en compartimiento, las luces se encendían justo antes de que entráramos.

Miré hacia atrás y vi que las luces se apagaban cuando nosotros salíamos de una zona. La iluminación estaba muy bien controlada. Mientras seguíamos inspeccionando el aparato, uno de los empleados de las Fuerzas Aéreas nos informó de que el platillo originalmente había tenido una atmósfera extraña, pero que había sido «retroequipado» para que ésta fuera compatible con los seres humanos.

Por la tecnología que pude observar, quedaba claro que la propulsión del aparato estaba basada en principios electromagnéticos. Las cuatro cápsulas contenían antenas que generaban un campo eléctrico. El campo magnético lo aportaba la bobina eléctrica antes citada. Tras regresar a mi trabajo en Long Island, mis compañeros no hicieron mención alguna a la visita al platillo volante. Se trataba de un asunto confidencial y no debíamos hablar sobre el mismo.

Para mí está claro, por lo que he podido experimentar personalmente, que el OVNI de Wright Patterson era la forma más avanzada disponible y podríamos considerarlo como el Cadillac de los platillos volantes. La única cosa más avanzada sería un vehículo puramente espiritual.

CONTACTO

Crecí siendo algo enfermizo. Tenía alguna irregularidad física en la lengua que me impidió hablar hasta que tuve cinco años. Tan pronto como la descubrieron, mi médico me operó y empecé a hablar inmediatamente. De hecho, mi madre decía que era todo un charlatán.

Sabía hablar, pero no había tenido la posibilidad de hacerlo antes. A pesar de esta mejora, tenía frecuentes enfermedades y problemas. Estos culminaron a la edad de doce años cuando me desmayé dos veces debido a un soplo en el corazón.

Al entrar en la pubertad, las cosas no mejoraron. Tenía mucha menos coordinación a esa edad que un adolescente normal. Finalmente descubrimos que tenía un cierto tipo de dolencia neurológica, más popularmente conocida como parálisis cerebral. Esto significa que aunque era capaz de pensar y mantener la mente activa, las señales no llegaban correctamente a la estructura muscular y por esa razón parecía ser muy desmañado.

Para cuando llegué a los diecisiete años, estos problemas habían desaparecido de forma súbita y sin explicación alguna. Aunque ahora podía hacer físicamente todo lo que quería, mi anterior historial médico hizo que el facultativo de la familia me declarara inútil para el servicio militar. Es posible que ya se me estuviera eligiendo como futuro empleado del proyecto Montauk.

Aunque sigue sin existir una explicación oficial para la recuperación de mi salud, posiblemente podría estar relacionada con algunos sueños muy extraños que empecé a tener a la edad de dieciséis o diecisiete años. El más común era el de un perro grande con ojos azules, pelo rubio y un aspecto muy humano. Me llevaba con él y visitábamos distintos lugares.

Más o menos por la misma época en que empecé a tener estos sueños, apareció de repente una voz en mi cabeza. No era demoníaca ni negativa, sino muy inteligente. Podía mantener conversaciones con ella.

Aunque mi salud había mejorado considerablemente, los sueños y la extraña voz hacían que me preguntara qué estaba ocurriendo. Tenía que considerar la posibilidad de que estuviera loco, ya que obviamente no se trataba de experiencias «normales» que la sociedad pudiera comprender.

Como resultado, entré en la universidad y decidí hacerme psiquiatra. Después supe que la mayoría de estudiantes de psicología estudian la carrera para poderse entender a sí mismos. Yo encajaba plenamente dentro de esa categoría.

Al principio me preocupaba que pudiera estar sufriendo el síndrome de personalidad múltiple, pero pronto lo descarté. El conocimiento que había obtenido de mis experiencias era demasiado amplio para atribuirlo a otra identidad que acechaba desde el interior de mis circuitos mentales.

Había alguna otra cosa, de un orden superior.

No pasó mucho tiempo antes de que me convirtiera en el centro de mi clase de hipnosis. Me hacían regresiones y me llevaban al momento de mis sueños. Mi profesor de hipnosis estaba convencido de que yo era sincero y que creía totalmente que gozaba de la confianza de «alienígenas» altos y rubios, de buena planta y de entre 2,10 y 2,25 metros de altura.

Otras regresiones revelaron que yo creía que estas criaturas eran muy amables y benevolentes.

Les había preguntado si me iban a hacer daño y me habían dicho que no. Respondieron que yo debía de haber estado pensando en los Zetas (Grises) que llevan a cabo exámenes médicos que representan una intrusión para el cuerpo. Yo no recuerdo el nombre de este «dios», pero él me dijo que su raza no tenía necesidad alguna de inmiscuirse en lo físico. Me hizo poner de pie al lado de un poste mediante el cual podía realizar una lectura completa de mis condiciones médicas. En total pasé por ocho regresiones delante de toda la clase de hipnosis. Esto no deja de ser notable porque si en la actualidad alguien intenta hipnotizarme, no lo consigue.

Según estas regresiones, los pleyadianos depositaron en mí su confianza aproximadamente a la edad de quince años y me transportaron a su planeta para una rehabilitación médica y una educación más avanzada. Si estos encuentros se dieron en un estado onírico o en otra constelación, no lo sabría decir. Todo lo que sé es que después de tener estas experiencias, de repente pareció que dominaba por completo el arte de la electrónica. Mis padres inmediatamente se dieron cuenta y para ellos resulto muy enigmático. También tenía una voz en la mente que me guiaba y me hablaba, y me decía dónde encontrar respuesta a las preguntas que surgían. Fuera lo que fuera lo que hubiera ocurrido en el universo objetivo, mi vida había cambiado drásticamente para bien. Había obtenido un conocimiento increíble y un cuerpo más sano de lo que jamás tuve.

Es importante recordar estos hechos al evaluar la verdad relativa de lo que lo pleyadianos me enseñaron sobre ellos y su planeta.

LAS PLÉYADES

Sobre la edad de quince años fui transportado en una nave espacial a una pequeña base situada en una de las lunas de Júpiter. Creo que fue Europa. Allí fui examinado y me hicieron muchas pruebas. No tengo malos recuerdos de la experiencia. De hecho, fueron bastante buenos. Incluso recuerdo haber comido como un rey. También me mostraron sus formas de diversión, que eran muy similares a las nuestras. Tenían cine, videojuegos, etc. Estaba claro que estos seres eran básicamente humanos y que disfrutaban de las mismas cosas que nosotros.

Después me pusieron de nuevo en la nave para un viaje que duró lo que yo pensé que era un día terrestre. Pronto desembarqué en un mundo muy hermoso, verde y exuberante, que ellos llamaban Alderón. Entonces me llevaron por ciudades que tenían altas torres y edificios hechos de lo que parecía cristal. El cielo era azul y las vistas eran increíblemente hermosas. El aire era tonificante, sin contaminación. Me dijeron que el agua era muy pura. Tiempo atrás habían tenido problemas con la contaminación, que se había filtrado hasta la cadena alimenticia. Los corrigieron y hacía tiempo que habían quedado subsanados.

La fauna y la flora de Alderón son muy parecidas a la de la Tierra. La atmósfera es más rica en oxígeno que la de la Tierra, con un contenido de un 28 a un 30 por ciento. La luz solar parece similar y la distancia de su Sol es más o menos de 148.800.000 kilómetros. Diferencia principal entre la Tierra y Alderón está en las construcciones y los paisajes. Allí donde nosotros tenemos ciudades llenas de carreteras, asfalto y casas, su planeta está dominado por la fauna y los jardines. Existen amplias llanuras herbosas y bosques así como grandes zonas de selva primigenia.

Lo que yo vi fue un entorno ajardinado de belleza absoluta, donde los edificios estaban colocados de tal manera que acentuaban el jardín. La idea de este entorno era que el ecosistema tenía prioridad. El reabastecimiento de oxígeno estaba en el primer puesto de la lista y la civilización humana se colocaba como un adjunto al jardín. Se suponía que no debía destacar, sino más bien mezclarse con el entorno ajardinado.

Me acompañaron a hacer una visita guiada de la ciudad. Las personas tenían un aspecto humano y parecían gozar de muy buena salud. No parecían estar controlados ni drogados. Por lo que me dijeron, los distintos individuos del planeta hacían aquello para lo que estaban mejor dotados, según lo que ellos querían hacer. No tenían sistema monetario tal como lo conocemos nosotros.

Los edificios eran construcciones de tipo rectilíneo similares a los de nuestro mundo, excepto que las esquinas eran redondeadas. No tenían tejas ni nada parecido. Las paredes exteriores formaban una superficie uniforme con las ventanas, para mantener una fachada lisa. Algunos de los edificios parecían ser construcciones metálicas, mientras que otros parecían estar hechos de piedra.

Existían diferentes gamas de colores, pero todos estaban diseñados para complementar el paisaje.

Aunque ninguno de los edificios tenía forma de cúpula ni redonda, algunas de las estructuras tenían ventanas abovedadas que sobresalían como burbujas semiesféricas.

El interior de las estructuras me confundió y no supe dilucidar cómo estaban construidos los edificios. No existían paneles ni junturas que mostraran cómo encajaban las partes. Parecía como una sola pared sin forma. No vi ninguna soldadura en las paredes, y me pregunté si toda la configuración podría ser formada en un gran molde y colocada después en su lugar.

Los interiores eran muy sencillos y normalmente de un único color. Todo era muy conservador, sin rayas ni dibujos complicados.

Los muebles eran modernos pero también sencillos y parecían estar moldeados en plástico.

El mobiliario era similar a los edificios, en el sentido de que no se podía ver cómo estaba construido. Tenían sillas reclinables con palancas (pero no tuercas).Le di la vuelta a una palanca para examinarla pero no pude comprender el mecanismo.

Los hogares de los nativos consistían normalmente en unidades familiares. La mayor parte de ellos estaban distribuidos con buen gusto por todo el paisaje. Aparte de las esquinas redondeadas y las fachadas planas, se parecían un poco a las casas suburbanas de la Tierra, excepto que allí se confundían con el entorno. Los interiores de las casas también estaban amueblados de forma sencilla, con colores sólidos. Había un tipo de arte que era realmente hermoso. Consistía básicamente en representaciones de los emplazamientos naturales del planeta. Una pieza de arte representaba una granja. Tenían algunas granjas, aunque gran parte de sus alimentos eran sintéticos. También tenían pantallas de observación con un sistema de sonido, pero no pude ver altavoces. Puede que el audio pasara directamente a los sentidos. No lo sé.

No existían calles tal como nosotros las conocemos. El transporte se realizaba a pie o mediante un artefacto de transporte público que te podía enviar a cualquier lugar deseado. Cada casa tenía un terminal para este servicio de transporte. No existía ningún tipo de vehículo.

Después de la visita a la ciudad me llevaron a lo que denominaban un centro de educación. Allí pasé por un proceso que me dijeron me daría el equivalente de cuatro doctorados diferentes en la Tierra. Los temas eran física, electrónica, psicología y teología. Me dijeron que, con el tiempo, este conocimiento saldría a la luz durante, mi vida en la Tierra.

Mientras recibía esa educación, también me llevaron a su centro médico y me hicieron unas pruebas. Eliminaron los problemas neurológicos que sufría, lo cual explica por qué mi torpeza desapareció prácticamente de la noche a la mañana. También me liberaron de mi soplo cardíaco. El médico de la familia dijo que había sido un milagro. Me había examinado el corazón y había encontrado claramente un soplo. Un mes más tarde ya no estaba, pero no sabía por qué. Fui sometido a más pruebas neurológicas, pero descubrieron que no tenía ningún tipo de problema de control. No hace falta decir que yo estaba muy contento con mis nuevos amigos de las Pléyades.

Los Pleyadianos son personas como usted y como yo, sólo que más evolucionados. Existen desde hace mucho más tiempo que nosotros y viven más años. Su vida es de unos 1.000 años pleyadianos, lo que equivale a unos 700 años terrestres. La mayoría de ellos tienen un aspecto casi como copias exactas unos de otros. Todos tenían el cabello rubio y los ojos azules, pero sus personalidades eran diferentes. Su vestimenta era sencilla y normalmente de un color. Los problemas de salud eran prácticamente inexistentes.

Mientras yo recibía mi educación, me iba a casa por la noche con el científico en jefe. Los pleyadianos tenían habitaciones para sus hobby y la suya era un laboratorio situado en la parte trasera de la casa. Ocupaba todo el ancho de la casa y probablemente mediría unos 30 x 9 metros.

Estaba muy bien equipado y tenía un aspecto impecable. Consistía en electrónica muy avanzada y sólo algunos de los artefactos tenían controles fácilmente reconocibles. También era éste el caso de los aparatos electrónicos que vi en los centros gubernamentales y científicos.

Este hombre coleccionaba tecnología antigua de la misma manera que yo colecciono antiguos equipos de radio. Era su hobby y disfrutaba con él. Me dijo que algunas piezas de su colección tenían miles y miles de años. Algunas incluso se parecían a equipos que podríamos ver actualmente en la Tierra. Al parecer, las instalaciones de investigación pleyadianas tenían instrumentos como los nuestros porque este equipo es probablemente el más versátil para la investigación y el desarrollo. No hay nada que pueda sustituir a un hombre frente a su banco de trabajo y probando un circuito. Creo que no existe ninguna duda de que nuestra civilización está basada en la suya. Incluso vi asientos que funcionaban de manera muy similar a la Silla de Montauk.

El científico en jefe era mi guía principal, aunque había otros. Me enseñaron cosas sobre su sistema estelar y sus aficiones culturales.

Existen seis planetas dentro del grupo estelar conocido, como las Pléyades que componen la sociedad a la que me referiré como «pleyadiana». Tres de estos mundos son muy parecidos al nuestro en cuando al tema del desarrollo físico. Arian es el centro filosófico. Alderón es el centro técnico donde tienen lugar los proyectos científicos y de producción. Aldebarán es el nombre del planeta que contiene el centro de defensa. Éste es el grupo que combate en sus guerras y es algo así como un grupo escindido del resto de la cultura pleyadiana. Son muy protectores con sus compañeros pleyadianos, a veces en exceso.

Los otros tres planetas que componen la sociedad pleyadiana no están poblados por criaturas del tipo humano. Los seres de estos planetas son energía pura. En uno de ellos reside el consejo superior (no físico).Se trata de los doce superseres que rigen la cultura pleyadiana. Cada uno de los doce tiene igualdad de opinión. Literalmente tienen el bien de todos en su corazón y en nuestra cultura los podríamos equiparar a los ángeles. Ninguno de los seres pleyadianos cuestiona al consejo ni lucha contra ellos. Nunca se ha dado el caso.

El lector podrá comprenderlo más fácilmente si le digo que nunca he oído una decisión tomada por el consejo que no fuera la correcta. Estoy hablando de una sociedad libre y armónica que nosotros consideraríamos una utopía. El motivo principal por el que han alcanzado este estado evolucionado es que desarrollaron una conciencia colectiva que les une a todos ellos. Este lazo se manifiesta en las mentes individuales de los pleyadianos como una voz con la cual se puede conversar. No se trata de una cacofonía de voces ni tampoco da órdenes ni intenta controlar a nadie. Es más como un compañero o un consejero. De esta manera, todo pleyadiano accede a una parte de la conciencia colectiva mientras conserva su propia individualidad. Si la humanidad estuviera unida de una forma así, creo que no existirían guerras ni delincuencia en la Tierra. En realidad ya disponemos de esta facultad, pero es un lazo inconsciente que todavía no conocemos a nivel consciente. Sé que está allí porque personalmente he desarrollado un vínculo con la conciencia humana terrestre, pero no escucho una voz como en el caso de la conciencia pleyadiana. Si desarrolláramos al máximo esta facultad, probablemente se manifestaría como una voz. La voz pleyadiana normalmente sólo me aconseja o me dice dónde puedo encontrar las respuestas a diferentes cuestiones. A veces me exaspera porque no quiere contestar a preguntas directas, sino que solamente me dice dónde encontrar respuestas.

De acuerdo con lo que aprendí, la historia de la civilización pleyadiana remonta a la antigüedad.

Tiene más de 100.000 años terrestres y se originó en lo que ellos llaman el Viejo Universo.

Atravesaron una barrera y entraron en esta parte de nuestra galaxia.

Se instalaron entre las siete estrellas hermanas que en nuestros planisferios aparecen con el nombre de Pléyades. Están muy seguros de que fueron unos colonos cuyos orígenes no pertenecen a esta galaxia.

Su definición del Viejo Universo resulta algo confusa. Es algo así como el universo que el Creador creó originalmente y se parece un poco a la saga de la Guerra de las Galaxias de George Lucas. El Viejo Universo se parecía mucho a éste. Existían ciertos problemas, así que creamos nuestro propio universo (este universo físico) y atravesamos barreras para entrar. Nada de esto está muy claro y los recuerdos son algo así como una memoria genética. Muchas personas conectan con el Viejo Universo en sus sueños.

Los pleyadianos me dijeron, que creían en un Creador. Cualquier ser con una parte del Creador (nosotros llamaríamos a esta «parte» el alma) es un hijo del Creador. Dijeron que Jesucristo era una proyección del subconsciente colectivo de nuestro planeta. Éste es el aspecto que a nosotros nos conecta con el Creador. Cristo apareció en la Tierra con el ánimo de «darnos un buen empujón» para que volviéramos a funcionar de nuevo en armonía con el Creador.

No conozco todo el programa de los pleyadianos. Por lo que puedo deducir, parece que es doble.

En primer lugar, nos quieren ayudar a los de la Tierra porque creen que uno de los pasos clave para la evolución de esta galaxia empieza en este planeta. También les gusta ver que las cosas siguen su curso natural porque creen firmemente en el naturalismo. Su otro programa es antropológico, en el sentido de que su interés está motivado por su creencia de que nosotros estamos experimentando actualmente lo que ellos pasaron hace cientos de miles de años. Su civilización empezó de modo muy parecido a la nuestra y al estudiarnos a nosotros y a otros grupos similares de la galaxia, ellos también aprenden.

La filosofía pleyadiana es muy simple. Actúan guiados, por una estricta «política de no interferencia» aplicable absolutamente a todo el mundo, incluyendo ellos mismos. Están concebidos para ser una sociedad totalmente libre. Lo que quiero decir con ello es que se anima a todo individuo a que escoja una misión o un trabajo.

Siempre y cuando ese trabajo encaje y sea productivo para la sociedad se le da al individuo todo lo que necesita.

En las Pléyades no existe la delincuencia tal como la conocemos nosotros. Al formar parte de una conciencia colectiva, cualquier delito cometido sería contra ellos mismos. Mientras formen parte del colectivo y se atengan a las filosofías del mismo, no puede existir ningún delito. El único delito que un pleyadiano puede cometer, y ciertamente sería el peor, sería interferir en otra persona o civilización, quiero hacer hincapié en lo mucho que creen en este principio: si existe interferencia, el castigo es la muerte. Los pleyadianos creen que no se trata sólo de una muerte física, sino también espiritual. Son muy estrictos en este punto.

Este razonamiento es el motivo por el cual los pleyadianos instalan representantes en los planetas utilizando a los propios nativos del planeta en cuestión. Realizan contactos y se comunican con los diversos seres. Si estos seres están de acuerdo con la filosofía pleyadiana, actuarán como embajadores. Creo que yo soy uno de esos embajadores, y me apresuro a decir que somos miles. Somos virtualmente desconocidos pero estamos inculcando en el planeta una influencia desconocida (para la mayoría) pero muy pacífica. Es por ello que no aprobamos ningún tipo de violencia ni de acto terrorista. Ni siquiera aprobamos la desobediencia civil. Naturalmente tenemos que recordar que somos humanos además de pleyadianos y por tanto no podemos ceñirnos al cien por cien a este ideal.

Debo decir que aunque creo que soy un embajador pleyadiano y que su programa parece ser la paz y el amor, no tengo un conocimiento completo de las circunstancias. Mis contactos pleyadianos no me han dado ningún motivo para no creerles, pero no es necesariamente mi prerrogativa darles un respaldo total sin un análisis crítico.

Por ejemplo, ellos creen que fueron los que originalmente colonizaron este planeta, pero otros dirán que primero lo hizo Marduk u Orión. Yo creo que fueron varios los grupos que establecieron aquí sus colonias más o menos por la misma época.

Otros también sospecharán de los pleyadianos por su supuesta involucración con Hitler y el Tercer Reich. Éste es un tema clásico en ufología, así que debería comentarlo. Según mis contactos, a Hitler se le dijo que conservara la semilla aria (igual que pleyadiana) aquí en la Tierra.

No se suponía que tenía que destruir la semilla de los archienemigos de los pleyadianos, los draconianos, que colonizaron la Tierra bajo la forma de la raza semítica. Su misión era proteger a los arios de los semitas y crear un país ario para aquellos que quisieran ir a vivir en un entorno. Llevó a cabo su misión y se salió de madre, por decirlo suavemente. Como mencioné anteriormente, el programa de los pleyadianos parece ser la paz y el amor. Creo que ello también incluye el proceso de educación.

Debemos conservar nuestra capacidad de discernimiento y no caer en los sistemas de creencias que las organizaciones de control mental intentan imponer a la sociedad. Es por eso que tengo que reconocer que mis contactos pleyadianos pueden ser fenómenos extraños pero positivos, que no puedo negar ni ignorar. He estudiado seriamente estos fenómenos desde la edad de veinticinco años y he buscado puntos de vista objetivos. La corroboración más convincente de que estos contactos fueron reales llegó sobre el año 1991.

Un día recibí una llamada telefónica de alguien que me dijo que acudiera al centro comercial de Gardiner Manor a las cuatro de la tarde. Me desplacé hasta allí, entré y todo era normal. Las luces estaban encendidas y había varias personas en el recinto. Al pasar del vestíbulo al pasillo principal, fue como si hubiera atravesado un muro. De repente, el centro comercial se quedó a oscuras. Las luces estaban apagadas y prácticamente no había nadie. Sentí como si el tiempo hubiera «dado un salto». Caminé un poco e intenté descubrir qué estaba pasando. Al poco me encontré con un guarda e intercambiamos saludos. El reloj marcaba las tres de la madrugada.

A continuación vi un pasillo iluminado que iba en dirección opuesta a la entrada. Entonces recordé que durante la llamada telefónica me habían dicho que fuera por este corredor. Así lo hice, y me encontré con tres hombres que se suponía eran los contactos pleyadianos. Después me escribí a mí mismo un mensaje en un trozo de papel que decía: «Estuve aquí a las 3.00 a.m.»

Entonces lo metí en una maceta con la esperanza de recuperarlo después y verificar mi experiencia. Los recuerdos son algo confusos, pero acabé por tener contactos o sueños pleyadianos esa noche.

Cuando me desperté a la mañana siguiente, recordé algunas de las experiencias y decidí regresar al centro comercial y buscar la nota que había dejado en la maceta. Al entrar en el recinto, vi al mismo guarda de seguridad y hablé con él. Se acordaba de mí y me comentó que debería haberme amonestado por encontrarme en el centro después de la hora de cierre, pero que por alguna razón no había querido molestarme. Al parecer, algo había afectado su estado de ánimo o su conducta.

Al poco rato llegué a la maceta y encontré la nota que me había dejado a mí mismo. Todo esto me confirmaba, sin ningún tipo de duda, que había tenido algunos contactos de tipo paranormal. No había sido una alucinación. Por lo que a mí se refiere, y basándome en las experiencias que he relatado en este libro, los contactos que he tenido con los pleyadianos son reales.

ALIENÍGENAS

Aunque mis contactos con los alienígenas son a través de los pleyadianos, ello no significa que deberíamos creer que ellos son los únicos. Existen muchas otras criaturas en el mapa y en interés de la educación les informaré de lo que yo sé sobre las diferentes razas alienígenas que tienen relación con nuestro planeta. Mi información está basada en mis contactos con los pleyadianos, en mis propias experiencias personales, más lo que he ido comprendiendo de mis contactos en la industria de la defensa.

Existen muchos tipos de vida alienígena, empezando por las formas de vida de categorías inferiores de otros planetas. Obviamente, una forma de vida inferior no construirá una nave espacial, ni tan siquiera un coche.

Existen bastantes tipos diferentes de alienígenas, pero la forma más común es la que se deriva de los mamíferos o del reino animal.

Se trata de seres humanos o humanoides cuya base es la vida animal de diferentes planetas. Estos tipos de alienígenas procederán de un planeta más o menos similar a la Tierra, en el sentido de que precisarán el mismo tipo de fauna y ecosistema necesario para sustentar la vida animal. Los animales de uno y otro planeta tendrán características similares, aunque también diferencias. Un perro de otra biología que un perro terrestre. Además de mamíferos, también encontraremos microbios, plantas, insectos y reptiles basados en el carbono (igual que la vida en la Tierra). La razón por la cual los planetas tipo Tierra (que contienen vida basada en el carbono) son los más comunes es porque el carbono, el oxígeno y el hidrógeno interactúan entre sí más fácilmente que otros elementos. Para pasar al amoníaco y al nitrógeno haría falta una estructura molecular más compleja que no conduce a la evolución. Por este motivo la mayor parte de la vida, incluyendo la alienígena, está basada en el carbono o en el hidrocarburo. La geometría de las moléculas encaja mejor.

Todo esto significa que las formas más comunes de vida alienígena serán animales, como los seres humanos. Los pleyadianos están basados en animales o humanos. Su código genético es similar al de los monos. El grupo K o Krundeshen, como creo que se llaman, también tienen una base humana. De hecho, son tan humanos que son calvos. Si se pusieran una peluca, podrían pasar por humanos. Aunque éstos son de una estatura similar a la nuestra, los pleyadianos son mucho más altos. Existen muchos otros grupos en nuestra galaxia que son similares a los humanos. Entre ellos están el pueblo gato, el pueblo perro y el pueblo oso.

Todos ellos cabrían dentro de la categoría de mamíferos porque su base genética no es muy distinta a la de una forma humana o simiesca.

Además de los mamíferos, existen seres reptilianos así como insectoides. La mayoría de estas formas de vida parece que son bípedos y humanoides. Puede que algunos de ellos tengan brazos o piernas extra, pero la forma de vida más común y eficaz parece ser la de dos piernas y dos brazos con un torso. Principalmente tiene que ver con los factores prácticos de la evolución. Existen, por supuesto, diversas mutaciones y variaciones que surgen de vez en cuando.

El tipo reptiliano más común parece un cruce entre un caimán y un humano. Podemos hacernos una idea del aspecto de un reptiliano viendo un episodio antiguo de Star Trek en el que una criatura llamada Gorn luchaba contra el capitán Kirk ante la insistencia de un grupo de otros seres llamados metrones. Al revelar su aspecto al final del episodio, los metrones se parecían mucho a los pleyadianos que yo he descrito, excepto en su talla inferior. Hollywood siempre ha tenido una misteriosa habilidad para conectar con el inconsciente colectivo del ser humano y al parecer éste no es más que otro ejemplo. Los reptilianos como Gorn son relativamente comunes en nuestra galaxia aunque no todos ellos tienen un hocico tan grande. Los reptilianos no son especialmente inteligentes pero sí muy fuertes y normalmente están en conflicto con los humanos y/o los pleyadianos. Tienen una tremenda capacidad psíquica y pueden hipnotizar a la gente simplemente con la mirada.

Después de los mamíferos y reptilianos, la forma más común de vida alienígena es la de los insectoides. El grupo de insectoides que más frecuentemente se encuentra son los grises que en realidad son una raza híbrida de insectos y reptilianos. Los grises tienen los rasgos de los reptilianos en los ojos pero su esqueleto recubre el cuerpo (eso se llama exoesqueleto). Los reptilianos y los mamíferos tienen un esqueleto interior.

Existe una famosa cinta de vídeo que muestra lo que parece ser un tipo de criatura parecido a un gris que se está muriendo. El ser está literalmente manoteando, de una manera extremadamente rápida. Al aislar los fotogramas se puede ver que la criatura gira a un treintavo de segundo. Ni los reptiles ni los mamíferos se pueden mover tan rápidamente, pero sí la mayoría de insectos. Los grises también poseen los poderes hipnóticos de los reptilianos pero ellos mismos suelen estar sujetos a esta influencia.

Los grises no son la única raza insectoide, pero sí la más popular dentro de la ufología actual. También existe un pueblo alienígena que se parece mucho a una mantis religiosa de 1,80 a 2,10 metros. Estos seres son muy amorosos y fomentan la sanación. No son nada guerreros.

Entre otros tipos de alienígenas tenemos a los humanoides alados o pueblo de las aves. En realidad entran dentro de la categoría de reptilianos, porque las aves están zoológicamente consideradas como reptiles aunque sean de sangre caliente. La mayoría de formas de vida reptilianas inteligentes son de sangre caliente, porque los reptiles de sangre fría no están tan avanzados. También existe un cuarto tipo de vida alienígena sobre la que se ha teorizado. Se trata de una planta inteligente con base de celulosa. Nunca ha llegado a mis manos un informe sobre esta forma de vida, pero sigue siendo una posibilidad.

Asimismo están los seres no físicos compuestos por inteligencia pura, a los que ya me he referido al hablar de los pleyadianos. También actúan como consejo superior y promueven la conciencia de grupo que se extiende por toda la cultura pleyadiana. Los reptilianos, así como otras formas avanzadas de vida, tienen una conciencia grupal. Esta facultad parece ser una etapa del desarrollo evolutivo que conecta a toda la «bio-red» de una raza en particular.

Los alienígenas que acabo de mencionar no son los únicos del niverso, sino los que yo conozco y que forman los tipos básicos de vida en la galaxia. A continuación veremos cómo han colonizado la Tierra.

COLONIZACIÓN

Por lo que me han dicho, fueron los pleyadianos quienes realizaron las primeras manipulaciones genéticas al pasar los simios a seres humanos, y, establecieron las primeras colonias en la Tierra. Los humanos son genéticamente tan cercanos a los pleyadianos que se pueden cruzar con ellos sin problema. De hecho, somos tan parecidos a los pleyadianos que probablemente todos los humanos actuales descendemos de ellos.

También han intervenido otras razas de seres que han manipulado genéticamente la semilla original del hombre para acercarla más a su propia estructura genética.

Las razas caucásicas o arias serían las originales creadas por la conciencia pleyadiana. Se rumorea que la raza oriental es una alteración genética de los pleyadianos realizada por los grises (insectoides). Ello podría explicar la razón de los ojos rasgados de los orientales y su mentalidad de abeja obrera. Toda esta información es una suposición basada en sugerencias y fuentes bien informadas. No debería ofender a nadie, ya que no es ésta su intención.

La siguiente raza que surgió fue la abernache. Llegaron del planeta Marduk tal como cita Sitchin en The 7we fth Planet (El duodécimo planeta). Supuestamente se trataba de una raza blanca que mediante manipulación genética creó la raza negra. Los miembros de la raza negra más pura de la Tierra eran conocidos como los nubios, y se les considera originarios de este planeta. Su estructura genética fue cruzada con la de los pleyadianos para obtener la raza negra que conocemos actualmente. Marduk también ha sido llamado Némesis o Béte Noire en francés, «bestia negra».

Los reptilianos de Orión cogieron la raza seminal pleyadiana y la modificaron para crear la raza semítica. Ello explica por qué la raza aria a veces es llamada raza maestra. La teoría dice que fue la plantilla original que fue manipulada para que encajara en el plan de unos seres determinados.

Además de las razas anteriores también existe la nativa americana. Aunque la mayoría de sus leyendas indican que proceden de las Pléyades, en realidad esto no es correcto. Su identificación con las Pléyades se debe a la influencia cultural de la Atlántida, que fue un enclave pleyadiano y el centro de poder más reciente de su historia. Se cree que los indios americanos tienen su origen en un ser de aspecto muy humano pero con el cabello y la barba rojos, que procedía de la galaxia de Andrómeda.

Si cogemos las cuatro razas anteriores y las mezclamos, obtendremos la raza cobriza, que se podría considerar como una mezcla de caucasianos, negros y orientales o alguna combinación entre ellos. También existen otras posibilidades.

Por favor entiendan que no estoy diciendo que una raza sea más o menos inteligente que otra. Sólo estoy intentando demostrar cómo los seres alienígenas se han mezclado con la humanidad para producir las diferentes razas humanas y el crisol cultural que tenemos en la Tierra.

El libro de J.J Hurtak The Keys of Enoch (Las claves de Enoch) sugiere que nuestro planeta tiene sus raíces en los elohim, que se remontan a las constelaciones de Orión y de las Pléyades. Yo creo que esto es correcto, ya que la mayor parte de las interferencias en nuestra historia han venido de ese sector.

Esto sería, en líneas generales, la historia de la colonización de la Tierra. Ahora estudiaremos algunas de las motivaciones y orientaciones de los diferentes grupos alienígenas.

CONFEDERACIONES ALIENÍGENAS

En nuestra galaxia tenemos tres grupos de confederaciones. Los términos que utilizaré para describirlas fueron originariamente canalizados por Duncan Cameron a partir de su fuente de información. Estos grupos son los neverones, la Confederación Galáctica, y los leverones.

El grupo neverón en realidad es sólo un nombre para la Confederación Pleyadiana, a la que ya me he referido. A veces considerados «los buenos», tienen una política estrictamente de no interferencia.

La Confederación Galáctica podría equipararse con las Naciones Unidas que tenemos en la Tierra. Consiste en muchos grupos diferentes que se aliaron para formar una confederación de planetas. Son bastante neutrales y también tienen una política de no interferencia derivada de la Confederación Pleyadiana o neverones, pero no tan rígida. Mientras que los miembros de la Confederación Galáctica tienen un código que les permite interferir para mantener el equilibrio o salvar a uno de los suyos, el código de no interferencia pleyadiano es absolutamente incondicional. Aunque los pleyadianos perdieran un crucero de combate en este planeta, tendrían prohibido hacer volar una ciudad para recuperarlo. Lo más probable es que enviaran refuerzos para destruir la nave y que no pasara así a otras manos.

El tercer grupo es el de los leverones. Duncan en realidad canalizó una palabra larga y de grafía complicada, pero yo utilizo la escritura fonéticamente más sencilla de «leverón». La palabra «Leviatán» (que etimológicamente se remonta a la palabra «serpiente») se deriva de este grupo llamado los leverones.

Representan el arquetipo del diablo o de un ser extremadamente destructivo. Son el lado negativo. Pisotearán a las personas para conseguir lo que quieren y pondrán en práctica la idea de que el fin justifica los medios. La de Draco Major, en la constelación de Orión. Es por eso que a veces se llama a los leverones la alianza de Orión.

También existe un grupo de pleyadianos conectados con la alianza de Orión. Son los rebeldes y los luchadores, pero son ferozmente protectores con sus compañeros pleyadianos. En realidad hay tres grupos de pleyadianos. En primer lugar están los pleyadianos arianos, de donde procede el término «ario». Son filósofos, pensadores y soñadores. Algunos de ellos no lucharán jamás, bajo ninguna circunstancia. Los pleyadianos de Alderón son seres de acción. También pueden ser reflexivos, pero su orientación es hacer cosas. Este nombre también fue utilizado en la película La guerra de las galaxias. Son como un punto medio entre los filósofos arianos y los soldados, que forman el tercer grupo: los pleyadianos de Aldebarán. Normalmente se les llama los pleyadianos negativos. Son los que se pusieron en contacto con Hitler y le enviaron a proteger y a fomentar la raza aria. Pensaban que estaban protegiendo a sus hermanos y se sabe que en ocasiones han llevado sus intenciones a puntos extremos. Aunque los de Aldebarán son pleyadianos, están más cercanos al grupo de Orión. No siguen religiosamente el código de no interferencia de los otros grupos pleyadianos y podrían venir a este planeta para rescatar a un pleyadiano perteneciente a cualquiera de los otros dos grupos.

Desconozco la constitución de los draconianos, pero existen por lo menos tres versiones diferentes. Algunos de la alianza draconiana tienen un aspecto muy humano. No todos tienen rasgos reptilianos o insectoides.

Con las diferentes intenciones a las que me he referido, es obvio que existen conflictos en el universo. Está la Alianza Pleyadiana que no quiere interferencias de ningún tipo. Después la Confederación Galáctica, que desea una interferencia condicional. Por último están los leverones u oriones, que quieren una mayor interferencia, dirigirlo todo y anexionar la Tierra al imperio draconiano. Todo ello da como resultado la lucha básica que vemos aquí: la batalla por el planeta Tierra. Se trata de algo que va penetrando de manera muy sutil por todo el tejido cultural de la sociedad, por ejemplo en el aire que respiramos, los alimentos que comemos, los vehículos que conducimos, el dinero que utilizamos, los espectáculos que contemplamos, la música que escuchamos, los políticos a quienes votamos, y todas las demás cosas.

Dicho con palabras sencillas: no dejan que la vida sea libre en la Tierra para que evolucione a su propia manera. Existe la interferencia y el entrometimiento. Un grupo quiere controlar a otro y algunos no se detendrán ante la posibilidad de utilizar medios violentos para conseguir sus objetivos. Ello nos lleva a la manera más siniestra que existe de someter a la población terrestre: la abducción y los implantes.

ABDUCCIONES

La mayoría de abducciones se pueden clasificar dentro de uno de estos dos grupos: alienígenas o gubernamentales. Antes que nada debería aclarar a qué me refiero cuando digo «gubernamentales»: no me refiero a nuestra clase dirigente legalmente elegida, sino a una especie de grupo de «Illuminati», secreto y misterioso, que funciona a través de todas-las-ramas de la sociedad. Mediante sus propios medios de control consciente y malicioso de la mente de las personas, este grupo se infiltra en todos los niveles de la cultura, pero se concentra en los puntos de poder, como los militares, las grandes empresas y todas las esferas de influencia, entre ellas las de los gobiernos.

Es interesante destacar que numerosos programas televisivos de mediados de los noventa han tratado el tema de las abducciones alienígenas. Nos da la impresión de que «la verdad» está aflorando a la superficie.

Existe una buena razón por la cual se ha dado tanta cobertura a las abducciones alienígenas. El gobierno realiza sus propias abducciones y quiere que creamos que todas ellas proceden del espacio exterior. Este tipo de farsa llega incluso más lejos. Muchas personas que empiezan a recordar la memoria superficial de abducciones realizadas por el gobierno creen, al contrario, que lo que están recordando es un encuentro con alienígenas. Se les ha colocado una memoria superficial por encima de la memoria más profunda para que piensen que fueron abducidos por alienígenas en lugar de por agentes del gobierno. Resulta muy conveniente para este último echar la culpa de todas las abducciones a los alienígenas. Según algunos cálculos, el gobierno es responsable de la mayor parte de abducciones, mientras que los grises lo son de entre un veinte y un treinta por ciento. Dentro de la categoría alienígena tenemos tres tipos de abducciones: las físicas, las astrales y las inducciones. Las abducciones físicas se refieren a literalmente coger a alguien físicamente, ponerlo sobre una mesa y llevar a cabo lo que sea que hacen. Las abducciones astrales se refieren a coger el ser o alma astral del cuerpo y manipularlo mediante medios electrónicos o más sutiles. La inducción es cuando alguien penetra astralmente en el campo de otro ser y pone a trabajar. Si usted fuera sometido a este tipo de manipulación, es posible que ni tan siquiera se enterara.

Muchos abducidos comentan que literalmente son arrastrados y atraviesan las paredes de su propia casa. En este caso se trataría de una abducción física, ya que los alienígenas poseen una tecnología capaz de dejarle sin peso y sin masa para que pueda atravesar un muro. También podría tratarse de un fenómeno astral, pero mis investigaciones indican que normalmente es del tipo físico.

Las abducciones físicas normalmente incluyen la recogida de muestras sexuales. En las mujeres generalmente extraerán un óvulo. En los hombres células de esperma. También se sabe que los alienígenas parte posterior del escroto y extraen los testículos sacándolos de las bolsas. Existe en realidad suficiente cordón espermático para que lo puedan mostrar al paciente. Después de oír hablar de este informe, lo comprobé con un médico, quien me informó de que existen unos metros de cordón espermático en el interior del escroto. Las células de esperma en realidad se almacenan en el interior de estos tubos, entre los testículos y la próstata. Aunque estos informes están basados principalmente en regresiones, no existe nada biológicamente imposible con respecto a las descripciones. En todos estos casos, los alienígenas estarán, sin duda, extrayendo muestras genéticas del aparato reproductor.

También están las operaciones mediante las cuales se extraen células del recubrimiento interior del estómago, tanto en hombres como en mujeres.

Insertan una aguja grande por el ombligo y practican una biopsia. Si se pueden obtener lo que se llaman células madre o primarias, entonces se puede clonar el cuerpo. Estas células madre contienen todo el ADN en su forma primigenia. Los genetistas están empezando a darse cuenta de que a medida que las células madre se van diferenciando y replicándose en células secundarias, el ADN cambia. Estas células madre o primarias se encuentran principalmente en el estómago, la boca, la zona anal y otras partes del cuerpo que se relacionan con el mundo exterior. Las células gonádicas, como las de los testículos y los ovarios, también son células primarias. Contienen la totalidad del código genético del organismo. Todo ello sugiere que las abducciones físicas realizadas por los alienígenas responden a algún tipo de investigación genética.

Existen tantos abducidos que cuentan que les han mostrado bebés que eran medio alienígenas medio humanos, que en realidad no pueden haber dudas de que alguien está intentando cruzar la genética humana con la alienígena. Una posible razón para ello sería que la raza alienígena es muy vieja y está en trance de desaparición. Con el tiempo, puede que su genética se haya «atrofiado» o distorsionado hasta el punto en que ahora están intentando recuperar la joven genética de nuestra raza. Es como si estuvieran paliando los daños mediante la combinación de nuestros genes con los suyos. Todo ello apunta a que los alienígenas que están llevando a cabo tales actividades tienen una base genética similar a la nuestra.

 

Muchas mujeres abducidas recuerdan haber copulado con un alienígena o ser espacial masculino. En estos casos, los alienígenas dejan crecer el feto durante dos meses (algunas personas dicen que tres) y después la mujer es abducida de nuevo para la extracción del feto. En estos casos, la mujer descubre que está embarazada pero no tiene ni idea de cómo ocurrió. Dos meses más tarde, el embarazo desaparece. Estos informes son muy comunes por parte de mujeres abducidas en todas partes del país.

Existen como mínimo dos posibilidades sobre lo que podría haber ocurrido en tales casos. Una sería la fertilización directa por parte de un alienígena masculino, como ya he mencionado. La otra alternativa sería que la muestra inicial de la mujer fuera fertilizada en una probeta con ADN alienígena y después insertada en el útero de la mujer durante un par de meses. Entonces volverían a abducir a la mujer y le extraerían el feto, que ya estaría suficientemente maduro para ser incubado. Entonces crecería y se convertiría en lo que tuviera que ser. Esta segunda posibilidad se vería corroborada por informes que describen seres que son parcialmente humanos y parcialmente de otro tipo de vida, como vegetal, reptiliano o lo que sea. La extracción de muestras genéticas y la reproducción no es el único propósito de las abducciones físicas.

Los alienígenas también realizan implantes. A veces se trata solamente de algo tan simple como la colocación de un radiofaro de respuesta que en realidad es un receptor-emisor (un aparato que puede transmitir y recibir).

Este receptor es ajustado a una cierta frecuencia y regulado para que pueda reconocer cierto código. Cuando el transponedor recibe ese código, activa una transmisión que permite a los alienígenas localizar a la persona y así poderla abducir de nuevo. Necesitan tener un sistema. Si cogen a una mujer, le implantan un feto y tienen que volverlo a sacar al cabo de dos meses, necesitan poder encontrar a esa mujer en el momento que deseen.

Hacen lo mismo cuando extraen muestras genéticas de un hombre.

En el caso de las abducciones masculinas, las muestras de semen son extraídas regularmente, no en una sola ocasión. Un abducido que se sometió a terapia para que cesaran sus abducciones lo consiguió, pero acabó teniendo una enfermedad causada por el exceso de células de esperma. Estaba tan acostumbrado a que su saco seminal, situado entre los testículos y la próstata, fuera vaciado por los alienígenas que nunca se había masturbado. Esta acumulación hace que las células de esperma se pudran al cabo de un tiempo y así empezó a padecer infecciones en el escroto. Esto fue diagnosticado por un médico, que le enseñó a vaciar sus cordones espermáticos de vez en cuando.

La mayor parte de abducciones físicas corresponden a exámenes genéticos o implantes de algún tipo. Ello también incluye el condicionamiento y la programación. Los implantes en sí son normalmente insertados quirúrgicamente en el cuerpo. Nos los inyectan simplemente con una jeringa o un sistema más rudimentario.

Quedan cicatrices, pero son tan finas y están tan bien disimuladas que no las encontrará a no ser que sepa qué es lo que está buscando. Las arrugas de la edad pueden esconder cicatrices de implantes. Las más evidentes son los minúsculos cráteres que se pueden ver en los brazos, piernas o en otros lugares del cuerpo. A veces se puede observar una línea delgada como un hilo a lo largo de la columna vertebral o cerca de los órganos sexuales.

Este tipo de operación quizá podría explicar el fenómeno al que antes me referí con respecto a que Von Neumann tenía un escroto excepcionalmente grande.

La mayor parte de las abducciones físicas las realizan los grises o el «gobierno». El gobierno lleva a cabo todo tipo de investigaciones médicas clandestinas mediante sus abducciones y después les echa la culpa a los alienígenas. No estoy diciendo que los alienígenas sean buenos ni malos, pero está claro que nos encontramos ante dos programas muy diferentes cuando tratamos este tema. El objetivo de los programas alienígenas, del que ya hemos hablado, resulta bastante perturbador pero el programa gubernamental suena aún más alarmante.

Aunque el gobierno extrae muestras de sangre y de lo que haga falta, la investigación genética no ha sido tradicionalmente su campo de estudio principal. Está básicamente centrado en la investigación médica que comprende el condicionamiento y los implantes, algunos de ellos físicos (juegos de chips de silicona).

Si hipnotiza al típico abducido, pronto tropezará con los alienígenas. Se trata de una memoria superficial. Si se hace descender al abducido mas profundamente por su inconsciente utilizando otros métodos, de repente los alienígenas se convertirán en seres humanos. Normalmente irán vestidos con un uniforme claramente militar. No podemos concebir ninguna razón por la cual los alienígenas quisieran implantar un recuerdo tan profundamente en el inconsciente. Si quisieran hacernos creer que sus abducciones son llevadas a cabo por los militares, colocarían la falsa memoria de las abducciones humanas en la parte superior del inconsciente, no en la más profunda.

Existen dos niveles de tecnología que se utilizan para las abducciones físicas. En muchas ocasiones los alienígenas literalmente sacan a la persona de su coche. Sabemos que fue así como pasó porque cuando regresan se encuentran en otro lugar y tienen que ir en búsqueda del vehículo. En estos casos utilizan una tecnología mediante la cual el ser humano es tele transportado a la nave espacial. Al llegar o salir de un lugar de destino determinado, puede que floten por el espacio antes de detenerse del todo. La segunda técnica es cuando el gobierno simplemente llega y coge o rapta a alguien. Si hay alguna otra persona en la casa, la dejan en un estado inconsciente. Los alienígenas también hacen eso con las personas en quienes no están interesadas, pero estos casos normalmente suelen ser abducciones gubernamentales.

Existen muchos programas ejecutados bajo el título de «abducciones gubernamentales». Uno de los principales es la abducción de niños para programarlos y dejar que crezcan hasta formar un tipo de fuerza armada ultra secreta que se activaría en caso de caos nacional. Están programados para llevar a cabo el plan de los poderes dominantes, que puede fluctuar de vez en cuando pero que al final siempre desemboca en un tema de control.

Esta programación física por parte del gobierno es llevada a cabo mediante un sistema de electroshock muy similar al que se utiliza en los centros psiquiátricos. Una técnica especialmente efectiva que utilizan es la de estimular eléctricamente a la persona hasta que alcance el punto álgido sexual. Una vez el sujeto se encuentra en el punto de máxima excitación (justo antes de la eyaculación en el caso de un hombre o de la contracción de las paredes vaginales en la mujer), interrumpen el estado para que la conciencia y la parte física de la persona quede suspendida en un estado orgásmico. La mente queda en suspensión y técnicamente está abierta de par en par. En ese momento, todo lo que tienen que hacer es coger un bloque de memoria e insertarlo. Esta técnica ha sido perfeccionada hasta tal punto en que prácticamente cualquier agente puede practicarla. De la parte del electroshock se encarga un ordenador y el programa está contenido en un disquete que se puede colocar en cualquier ordenador portátil. Con este avance tecnológico, lo único que necesita el agente es un croquis para saber cómo conectar el sujeto.

En primer lugar el agente somete a la víctima de una forma u otra. Después la conecta, pone en marcha el ordenador, inserta el disquete y pasa el programa. El método de pasar de un bloque de memoria a otro y de ocultar los recuerdos está todo grabado. También implantan pensamientos en diferentes zonas de la mente.

Cada vez que el sujeto entra en un estado de excitación sexual, el pensamiento va siendo propagado por todo su ser. Estas personas normalmente están programadas para tener frecuentes relaciones sexuales y así mantener activo el implante.

Las personas que han sido sexualmente programadas de esta manera también transmiten la información que les fue insertada cada vez que entran en un estado de excitación sexual. El éxtasis sexual es un estado que resulta magnético e hipnótico y se dice que contiene «magia». En tal estado, una persona puede transmitir a su pareja el programa que le ha sido implantado. Incluso puede ser inconscientemente adoctrinado para controlar la copulación hasta el punto en que pueda transmitirlo a la pareja, sin que ninguno de los dos se entere de lo que está ocurriendo. Se da una «fusión de mentes». Algunos jóvenes son programados hasta tal grado que, de forma que parece milagrosa, son capaces de despertar un deseo tremendo en una mujer. Si los programadores quieren propagar un programa, utilizan a estos jóvenes que siembran su semilla, que contiene el programa, en las mujeres escogidas como objetivo. De esta manera, una idea o un programa se pueden insertar en la sociedad de una forma generalizada. Podría tratarse de un programa sencillo, como «compre el detergente X», vote por este político, o de algo mucho más complejo. En algunos de estos hombres el magnetismo está siempre activado y son capaces de copular dos o tres veces al día, en algunos casos con más de una mujer.

Estos hombres son como íncubos y pueden tener un efecto devastador sobre las mujeres, aunque sea de tipo romántico. Mis cálculos son que aproximadamente un diez por ciento de la población menor de treinta años ha sido programado de esta manera.

El condicionamiento está relacionado con la programación, pero se trata de un procedimiento diferente. El tipo más común de condicionamiento también utiliza el electroshock. Se colocan dos electrodos en las sienes. Si quieren entrenar a la gente para que odien al presidente del gobierno, colocarán la cara del presidente en una pantalla y administrarán una descarga eléctrica al sujeto. Al cabo de un rato, la persona reaccionará cada vez que vea una imagen del presidente o que se acuerde de él. Entrará en estado de pánico y aprenderá a odiarlo.

También se utiliza el condicionamiento para controlar la conducta de una persona. Supongamos que existe una respuesta en particular que no quieren que alguien tenga. Cogerán al sujeto y harán algo para generar esa respuesta y después aplicarán la descarga eléctrica, justo en ese momento. Con el tiempo, la persona hará, inconscientemente, todo lo posible para evitar esa respuesta. Podemos imaginar circunstancias distintas y más complejas, pero éstos son los principios básicos del condicionamiento.

Los alienígenas no tienen ninguna necesidad de condicionamientos. De hecho, nunca he sabido de una auténtica abducción alienígena en la que se utilizaran descargas eléctricas. No son tan primitivos. Si quieren influir sobre la mente de alguien, disponen de técnicas más sofisticadas, como la programación astral.

La programación astral es cuando extraen el espíritu, ser astral o como sea que quiera llamarlo. Estamos hablando de la esencia del ser que no es física. Todos nosotros salimos del cuerpo por la noche o cuando realizamos viajes astrales. Algunos somos más conscientes de ello que otros. El darse cuenta de que se está soñando y asumir entonces la conciencia en ese estado es una antigua técnica del ocultismo que hoy en día se llama popularmente sueño lúcido. El auténtico viaje astral es cuando puede salir del cuerpo, moverse por el entorno y observar situaciones objetivas y personas. Algunas personas son capaces de alcanzar un estado suficientemente sólido en el plano astral y llegar a aparecerse en forma física. Algunas veces se ha utilizado este principio para explicar la resurrección de Jesucristo. Si una persona ha desarrollado al completo esta facultad, puede llegar a la bilocación y realizar alguna acción en otro lugar.

Igual que los alienígenas tienen la capacidad de transportarnos físicamente, también pueden sacarnos del cuerpo y llevarnos a su nave. Las abducciones astrales son en realidad abducciones energéticas. Los alienígenas a veces simplemente quieren examinar nuestro nivel energético. Puede que quieran comprobar nuestras constantes o hacer una lectura de nuestro cuerpo energético y compararla con la de la última vez que nos abdujeron. También es posible que deseen programarnos para que hagamos y digamos lo que ellos quieren. La programación astral funciona, y es algo que se realiza constantemente. Fue y es utilizada con mucha frecuencia en Montauk.

Las abducciones astrales pueden ser confundidas con las físicas porque no existe una gran diferencia entre ellas. O bien el ser astral flota fuera del cuerpo físico, o éste ha quedado ingrávido y flota junto con los alienígenas. Si quiere saber si le han hecho algo físico a su cuerpo, puede buscar pequeñas marcas en forma de cráter. El dolor no es un buen comprobante porque también se puede infligir dolor astralmente.

Igual que el gobierno es perfectamente capaz de realizar abducciones físicas, también puede trabajar en el campo astral, aunque no es su método habitual. Posee un equipo llamado Psi Corps que es capaz de sacar a una persona del cuerpo y hacer que la mente de un operador psíquico se funda con la del abducido y así borrarle la memoria. Como en el caso de los alienígenas, realizan lecturas para compararlas con las de la última abducción. Es así como pueden leer a los espías sin que éstos sepan que lo son. Por la noche, el espía es abducido por el Psi Corps. Se lleva a cabo la fusión mental y entonces saben y registran lo que vio el espía.

Si quieren, también pueden abducir físicamente al sujeto y hacerle lo que deseen. Más adelante hablaré de un tipo de implantes que cumplen la misma función, pero los implantes no pueden interrogar a la memoria.

Solamente pueden transmitir lo que perciben nuestros sentidos.

También existen casos en que alienígenas y gobierno trabajan juntos. Esto tiene como fundamento la hipótesis de que tenemos algún tipo de tratado con los grises de Rigel. El gobierno se oculta tras ese parapeto cada vez que puede.

Además de las abducciones físicas y astrales también existe la tercera clase a la que me referí como inducción. Se trata de cuando penetran en su ser no físico y realizan sus lecturas y programaciones. Es distinto de una abducción astral porque son ellos los que se acercan a usted en lugar de llevárselo. Creo que se trata de un grupo alienígena diferente y quizá uno más avanzado que los grises. Estos alienígenas (probablemente reptilianos) pueden salir de su cuerpo igual que usted. Cuando entran en una persona no se encuentran en un estado físico y están lo suficientemente avanzados para saber cómo penetrar en el ser durante un momento en que éste se siente vulnerable, cohabitar en el cuerpo con el anfitrión y llevar a cabo su trabajo, sea el que sea.

La inducción puede durar segundos, horas o meses, y parece que la utilizan con la misma finalidad que las abducciones físicas y astrales. Por lo que sé, el gobierno no ha tenido éxito con esta técnica.

Como algunas personas podrían confundir la inducción con un « walk in>, quiero aclarar este fenómeno. Un « walk in» es cuando un espíritu penetra en un cuerpo previamente ocupado por otro ser. Normalmente ocurre después de que el anfitrión original haya sufrido un trauma. Supongamos que alguien recibe un susto de muerte y por miedo abandona el cuerpo. Si el cuerpo está en buen estado, llega otro ser y lo reanima, aunque puede que haya estado clínicamente muerto durante un breve periodo de tiempo. Este fenómeno se conoce como «walk in». Naturalmente, ello podría haber sido generado por el espíritu ocupante. Podría haber sido él quien hubiera asustado al anfitrión original porque quería apoderarse de su cuerpo.

También se puede producir el fenómeno «walk in» en otras circunstancias. Imaginemos que el tío Héctor abusa sexualmente de Johnny cuando éste tiene siete años. A Johnny la experiencia le parece tan terrible que decide marcharse en lugar de someterse a los abusos. Inmediatamente Johnny ya no está allí. Antes de que el tío Héctor se dé cuenta de que el cuerpo está muerto, aparece otro ser y lo ocupa. Los padres del niño, ignorantes, no atribuyen el espectacular cambio al resultado de la experiencia. Nunca pensarán que Johnny ya no es Johnny, sino que ahora es Billy. Aprende rápidamente a responder al nombre de Johnny y a la vida que éste llevaba.

El «shove in» o el « force in> son fenómenos distintos. En estos casos es cuando alguien extrae por la fuerza a un ser de su cuerpo y coloca en su lugar a otro espíritu.