General, Política actual — 31 marzo, 2008 at 12:07 pm

Mientras los baqueros tiemblan… Tíbet: Ha estallado la rebelión del incienso

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El pasado sábado acudí a la concentración delante de la embajada china en Madrid por la liberación del Tíbet. Aunque la gente con la que hablé esperaba más gente, comparándola con otras concentraciones similares por Palestina ante la embajada israelí, tanto el número como la energía de los convocantes era mucho mayor y a mí me pareció un gran éxito. La gente portaba cintas en la frente, camisetas y banderas del Tíbet: sin duda, la bandera más bonita del Planeta, con un sol irradiando, el símbolo del Tao… y los dragones, todo hay que decirlo.

Hace ya bastantes años que vislumbré que el día en que el asunto del Tíbet se convirtiera en una causa mundial como la de Palestina, estaríamos al principio de la mutación en el Planeta. Por una sencilla razón: ello significaría que los movimientos espirituales saldrían a la calle y, con ello, se unirían a los movimientos sociales. De la unión de ambos movimientos surgirá el Nuevo Mundo, es algo que tengo meridianamente claro. (En el edificio recientemente okupado en Madrid, de la calle Atocha, un cartel dice «Por la revolución interior: por la revolución social»; algo está cambiando en las redes sociales…).

El que en una manifestación política se enarbole el incienso, como ocurrió el otro día, y se cante un mantra («Om Mani Padme Hum») como se cantó el otro día, es la señal de que los tiempos señalados han llegado: la lucha social se ha espiritualizado. Unos tiempos que fueron profetizados tanto en la santísima cordillera del Himalaya como en los no menos santos centros ceremoniales aztecas y mayas. Como bien explica la novela «Regina» (imprescindible leerla en estos tiempos) del mexicano Antonio Velasco Piña, la invasión china del Tíbet propició la paradójica expansión del exilio budista por el mundo cristiano, una de cuyas consecuencias indirectas fue la revolución hippy californiana y la toma de contacto entre los chamanes mejicanos y los lamas tibetanos que describe la citada novela. La resurrección de las pirámides mayas como centros ceremoniales y de las tradiciones indígenas son una de esas consecuencias.

El lama que leyó el comunicado del pasado sábado no dejó pasar por alto las implicaciones económicas que la rebelión de los tibetanos y el apoyo a la causa del Dalai Lama tienen en la propia China: el resurgir del budismo y el taoísmo pueden hacer cambiar la dictadura china que, por ende, está haciendo sufrir a los trabajadores de todo el mundo sus bajísimos salarios. (Atención al reprimido movimiento «Fallun Gong», un taichi mejorado, con 15 millones de practicantes diarios en China).

Muchos querrán ver, y con razón, la mano de la CIA en todo lo que está pasando. Yo soy de los que piensan que sí está actuando, aunque en este caso el Bien y el Mal están muy difuminados. El positivo papel de China como contrapeso del eje sionista actualmente no quita para que cualquier cambio en su interior sea también positivo para el mundo. Ocurre exactamente igual que en el Irán de Ahmedineyad: una cosa es apoyar su política exterior y otra bien distinta, la interior. Seguro que los Iluminati chinos de Ben Fulford, los antiguos «Boxer» que lucharon contra los ingleses traficantes de opio, están detrás de mucho de lo que está ocurriendo y sabrán pues, conducir los movimientos. No hay pues que temer a los movimientos que sin duda habrá de aquí a los Juegos Olímpicos y prestar todo nuestro apoyo a la «Rebelión del incienso». (Las informaciones sobre el origen de estas revueltas son tan confusas que hay quien sugiere que es la propia China quien las está provocando mediante agentes infiltrados y disfrazados de monjes: ved la fotografía que me envían).soldados-disfrazados.jpg

Una rebelión que, no por casualidad, sucede cuando los bancos de España empiezan a temer las consecuencias de los impagos de las hipotecas, al igual que en Estados Unidos hace ya seis meses.

Si os acordáis, allá por el verano os anticipé que esto ocurriría. Así que tomad nota de lo que está pasando ahora en Estados Unidos porque ocurrirá aquí dentro de medio año. Hace unos días vi una noticia de la BBC que explicaba el éxodo de estadounidenses a Canadá y la multitud de yanquis que han tenido que abandonar sus hogares para vivir en roulottes o tiendas de campaña… ¡en campamentos de refugiados! (Esto no os lo cuenta la tele pero llegará… ya veréis: 4 millones de personas no pueden pagar sus hipotecas).

Si ahora leéis en los medios masivos que hay preocupación entre los financieros por lo que está pasando, yo os digo que los bancos ya no son un lugar seguro donde dejar vuestro dinero. Las pérdidas de los préstamos impagados van a acabar afectándolos y varios bancos tendrán que cerrar y/o ser absorbidos, delegando sus pérdidas a aquellos otros bancos que los absorban.

Toda mi investigación nació de finales del siglo XX, cuando ejercía como periodista en el sector informático y fui el único periodista que se atrevió a poner en duda la burbuja de Internet. No había que ser muy listo. Aquel negocio supuestamente infinito se basaba en que el pequeño comercio iba a desaparecer y todo el mundo iba a comprar por Internet: nadie quiso reconocer que la mayor parte de la población carecía de ordenador y que nuestras ciudades no estaban preparadas para tanta compra a domicilio. ¿Qué ocurrió? Que todos los medios de comunicación (o los grupos y bancos que los apoyaban) estaban metidos en ese negocio y nadie quería extender el sano escepticismo de la Verdad.

A mí me pilló aquella época de bonanza haciendo un coleccionable sobre Internet para el Grupo Correo (hoy Vocento) y tuve que elegir entre decir la verdad y acabar con mi propia fuente de ingresos (manejaba un presupuesto de 800.000 pesetas al mes para hacer el pequeño coleccionable). Quizás porque mis informaciones no estaban «dentro» de la revista El Semanal pudieron pasar la censura y levanté la liebre de lo que estaba por venir. Por supuesto, me llegaron las vacas flacas.

Ahí, en esa soledad de que una persona sostenga lo contrario de lo que dice el 99’9% me di cuenta de que Todos pueden estar equivocados, cegados por la opinión de la masa, y me abrió las puertas para descubrir la mentira de Al Qaeda.

Hoy, después de haber acertado con la muerte del dólar o el 11-M os puedo decir que la mejor forma de prepararse para el inevitable crack es unirse a las redes de economía alternativa que fluyen por todo el Planeta, sacando el dinero de los bancos y confiando en las personas….

Recuerda lo de Terra, y el corralito de Argentina: torres más altas han caído. Si te pilla el crack no será porque no te haya avisado. Las profecías mayas se están cumpliendo con el cambio climático y también, con la destrucción de los sistemas ideológicos y económicos.

Si te hace falta más información, revisa esta estupenda crónica de cómo hemos llegado a esta situación.