General, Opinión y Noticias Externas, Vida Galáctica — 28 octubre, 2009 at 8:36 am

¿Hay una relación homosexual entre el presidente valenciano Camps y su delfín, Costa, que explica su determinación en protegerle?

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Disculpas a los lectores latinoamericanos por este tema de la política local española, concretamente valenciana, pero creo que también pueden sacar sus conclusiones.

Estaba yo, como todos, supongo, sorprendido por cómo el presidente de la comunidad valenciana está protegiendo a su número «dos», Ricardo Costa, en la trama sobre corrupción que afecta a esa comunidad (y a España entera) que viene a explicar la sobresaturación de fiestas y actos públicos que se celebran en un país en bancarrota como es éste: por cada escenario que se coloca en este país para mantener entretenido al vulgo mientras le regalamos el dinero a los banqueros, corren sobres repletos de miles de euros a los bolsillos de los vampiros.

Bueno, pues el otro día me meto en Meneame y encuentro una entrevista humorística a Francisco Camps, presidente de Valencia, en la que todas sus respuestas hacían alusión a la homosexualidad. Entonces, claro, me quedo perplejo porque veo lo que quiere sugerir el bloguero y pongo en google «Camps gay» y me encuentro con dos noticias provenientes de sendos foros de homosexuales en los que se detallan conversaciones acaecidas en el sumario de la trama Gurtel con «el Bigotes» que, bueno, tenéis que leerlo. Hay expresiones como » te sigo queriendo mucho» o «lo nuestro es muy bonito» que se pueden interpretar como lo han querido ver los colectivos homosexuales, ¿o no?.

Así que el sábado pasado quedo a tomar unas cañas mañaneras con mis colegas del barrio, entre los que se encuentra uno de mis mejores barrioque tiene un cargo importante en el mundo de la TV, le cuento esto y me dice que en Valencia todo el mundo sabe que Costa es homosexual, al igual que la alcaldesa de la ciudad, Rita Barberá, por cierto. ¿Podría explicar esto la inusual manera en la que Camps protege a Ricardito Costa? Recordemos que entre las logias masónicas la homosexualidad griega es sinónimo de distinción (y del estrecho vínculo entre los «hermanos» que impide la delación de unos a otros). Sobre la obsesión por los trajes caros de ambos elementos, rayana en la «metrosexualidad», no creo que haga falta explayarse: ha quedado muy claro en el sumario que son unos «fashion victims».

Para quien esta suposición pueda parecer marciana, les remitiré a una información aparecida hace días que daba cuenta de una relación homosexual entre dos líderes ¡de la extrema derecha inglesa! Precisamente, aquel que estaba en contra de los homosexuales. Y, cómo no, la mítica entrevista a Kay Griggs (cuánto bien harían si se tradujera, esposa de un coronel de los Estados Unidos, que describe la homosexualidad en la cúpula del ejército yanqui, entre otras muchas cosas.