General, Historia oculta — 26 mayo, 2010 at 8:00 am

La Armada invencible española fue derrotada por magos al servicio de la corona británica

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Sospechaba desde hace tiempo que la inexplicable tormenta que derrotó a la Armada invencible española fue obra de una especie de HAARP antiguo pero aquí viene el extraordinario Henry Makow con los datos que lo avalan.

En este excepcional artículo, Makow sigue la pista de la relación entre magos como Aleister Crowley y la corona británica, con aciertos como el ritual realizado para hacer creer a Rudolf Hess (segundo de Hitler) que una facción de la aristocracia inglesa, comandada por el duque de Hamilton, quería hacer la paz con Alemania. De esa manera, consiguieron hacer creer a Hess que Inglaterra quería la paz y así realizó ese inexplicable vuelo al país albión… que acabó con sus huesos en la cárcel y a Hitler, sin su mejor escudero.

En libros como «Hitler: el mesías oculto», «La batalla mágica de Gran Bretaña» se detalla el extraordinario papel de Crowley en la política inglesa desde la primera guerra mundial, siendo él la persona que escribió un artículo en Nueva York aludiendo a la importancia de la batalla submarina y que preparó a la Opinión Pública norteamericana para la importancia hundimiento del barco Lusitania a manos de la marina alemana y que propició la entrada de Estados Unidos en la Primera Guerra Mundial. Así pues, fue Aleister Crowley uno de los responsables (junto al sobrino de Freud, Edward Bernays).

Pero es que Crowley fue también doble de Churchill durante la guerra y quien le enseñó dos «mudras» (gestos con los dedos con diferentes poderes) y que hoy son corrientes. La «V» de la victoria y el pulgar hacia arriba.

Con ser éstas informaciones importantes, palidecen al conocer la explicación al desastre de la Armada invencible española cuando iba a invadir Inglaterra en tiempos de Felipe II (1588) que significó el principio del ocaso del Imperio español y el comienzo del inglés. Según estas informaciones, fueron dos magos al servicio de la reina (John Dee y Sir Edward Kelly) quienes realizaron unos rituales satánicos que les conectaron con entidades «angélicas» (del lado oscuro) por medio de un alfabeto «enochiano» y que dieron sus frutos con los huracanes que tumbaron la gran flota española. No una como nos cuenta la historia oficial, sino tres veces.

El éxito hay que atribuírselo a estos grandes magos, el segundo de los cuales (Kelly) fue otra reencarnación de Crowley (autocalificado de «La Bestia») y el primero (Dee) es el origen del moderno servicio de contraespionaje, pues así ejerció en su época, firmando con el pseudónimo «007» pues escribía los círculos correspondientes a sus ojos y un símbolo identificado con el 7. Dee pasa por ser el autor del mítico «Manuscrito Voynich», todavía por descifrar y, sin duda, es el origen del personaje cinematográfico «Bond, 007» pues el autor del libro en el que se basa, Ian Fleming, fue espía de la corona británica y mano derecha del citado Aleister Crowley que, a su vez, escribió un libro llamado «Magick» en el que invocaba también sus conocimientos de la magia enochiana.

Sólo por concluir una historia interminable, el padre de la ciencia ficción, H.G. Wells, autor de libros como «La guerra de los mundos» o «Nuevo Orden Mundial» también fue un agente de espionaje al servicio de la corona británica.