Otra monumental información de la enigmática informadora conocida como «Sorcha Faal» en base a sus contactos con los servicios secretos rusos, en este caso, explicando la deriva de los acontecimientos ahora sucediendo en Egipto… desde su raíz.
Según este enigmático personaje, una llamada de Obama a Mubarak el pasado 1 de febrero se convirtió en una orden para que delegara el poder en el espía, embajador y uno de los mayores criminales de la CIA, Frank Wisner II quien, según los rusos, ha sido el «controlador» de Mubarak durante todos estos años. Si no lo hacía, «sería inmediatamente retirado del Poder», es decir, el eufemismo utilizado para «asesinado».
Faal regresa atrás en la historia, para explicar que su padre, Wisner I, fue uno de los fundadores de la propia CIA, al frente de la Oficina de Servicios Clandestinos, alto mando de la OSS durante la Segunda Guerra Mundial (germen de Operación Gladio), creador de la Operación Mockinbird (infiltración en movimientos subversivos internos y externos), responsable de los golpes de estado en Guatemala contra Jacobo Arbenz (1954), en Irán contra Mossadegh (1953) y en el asesinato de John Fitzgerald Kennedy (1963). Esta última conspiración le valió su asesinato cuando intentó modificar su testimonio ante la Comisión Warren.
El arma que le mató fue empuñada por su propio hijo, Frank Wisner II, hoy superagente de la CIA al mando de la represión en Egipto, y en aquella época, agente junior de la Agencia de espionaje, a quien le ordenaron matar a su propio padre. (Este tipo de asesinato «familiar» ha ocurrido también en España, pues Juan Carlos Borbón, como está documentado, empuñó el arma que acabó con la vida de su hermano, el infante Alfonso).
El caso es que Wisner II organizó el asesinato del anterior presidente egipcio, Annuar el Sadat, y colocó en el poder a Mubarak, que desde entonces es un títere en sus manos. El ha sido quien ha gestado la ola de terror que vive Egipto ahora mismo, con detenciones de periodistas y asesinatos por la calle. Todo indica que se aproxima una matanza.
Las noticias que llegan ahora mismo nos conducen a un próximo baño de sangre porque no quieren que haya testigos con cámaras de TV ni fotográficas.
Allah no lo quiera.
