Opinión y Noticias Externas — 3 mayo, 2011 at 9:32 am

Lectora ciega de esta página, habla de una posesión espiritual

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Muy ınteresante lo que cuenta (Estoy en Chıpre y el teclado es un poco loco, dısculpas).
¡Joder, y yo que creía que estaba loca! Es lo primero que he pensado al leer esa fantástica reflexión sobre estos enttes. Tengo que decir que los he visto, dentro de mi cabeza, lo cual resulta una paradoja, porque soy ciega, hermano…, ¡pero te juro por Allah el Altísimo que los he visualizado dentro de mi cabeza!
Todo viene a raíz de unas pastillas que seguro que son un invento del diablo: Los corticoides. Me medicaron con corticoides durante un año,pero llegó un momento en el qque mi cuerpo ya no aguantó más y empecé a tener mal humor, no comía, no dormía y me sentía como si estuviese en un sueño, fuera de mí misma. Las dejé y entonces empecé a verlos:
Pueden adoptar formas muy diferentes, yo sentía en ciertos momentos -sobre todo de noche-, que me hacían entrar en una especie de trance y tenía una vibración muy fuerte en mi cabeza, y veía desde formas geométricas que se movían hasta lagartos y seres horribles con escamas que rugían. Sé que parece absurdo, pero es así. Oía que rugían en mi cabeza aquellas cosas, incluso sentía como si me mordieran o algo asi, pero todo en la cabeza, no sé cómo explicarlo. Cuando dejé aquellas pastillas, un tiempo después, empecé a trabajar con Reiki y homeopatía y me empecé a acercar al Islam -un crecimiento espiritual increíble en tres años-, y aquella cosa se volvió loca: Cada cierto tiempo aparecía y me martirizaba durante noches enteras, incluso en sueños, hasta que un día vi claramente que todas las formas horribles que yo veía eran una sola cosa, y justo al empezar este año, tuve uno
de aquellos «mareos» nocturnos, muy fuerte, donde de verdad pensé que me iba a pasar algo grave, pero yo notaba que aquella cosa se revolvía en mi cabeza, tomando diferentes formas y rugiendo de una manera horrible, pero intenté mantenerme tranquila y recé, recé de verdad durante toda aquella noche y parte del día siguiente y aquello se largó, no sé si para siempre -espero que sí-, pero por ahora no ha aparecido más. Yo de verdad que me sentía mal, porque nadie a quien yo se lo contaba sabía lo que me pasaba, pero era horrible y raro, y no se lo deseo a nadie.

Bueno, espero no haberte cargado demasiado con mi historia, he sido lo más breve que he podido. Espero que aprendas mucho de este santo sufi que vas a ver, ¡ya nos contarás!

Un abrazo

Saludos