A ver qué opináis de esta serie de co-incidencias.
Al aterrizar en Barcelona el pasado viernes, y nada más traspasar el control anterior a la recogida de equipajes, me doy cuenta de que me he olvidado una cosa en la guantera del asiento. Lo digo en el mostrador de la empresa (subcontratada) que lleva el asunto de Air Europa, hacen una llamada al avión, lo recogen y me dicen que lo tienen… pero que no pueden ir a por ello porque no tienen personal. «¡Pero si son 300 metros! Voy yo en un minuto». Nanay. Las normas son las normas.
Me tienen 1 hora y media esperando para que una persona acerque el objeto. Y lo hace cuando acaban el turno. Esto es servicio al usuario.
A la vuelta «me toca» con Spanair, hay poca gente esperando, cosa que me extraña. Y además, hay otros vuelos de Spanair a Granada y Bilbao también retrasados. «Qué extraño». Mi vuelo sale a las 10 y el embarque debe empezar a las 9 y poco. Lo van retrasando en el cartel luminoso hasta que la persona que está en el mostrador dice que su turno se ha terminado y se tiene que marchar. ¡Sin más explicaciones puesto que no trabaja para la compañía Spanair sino para una contrata y no tiene ni idea de lo que pasa!
Las 11, las 12 de la noche… Alguien sale diciendo que el avión viene con retraso pero que está llegando. Lo vemos aparcar delante del «finger» a eso de las 12:30 y dicen que tiene que repostar queroseno. Nos embarcan a la 1 de la madrugada y, una vez en el avión, el piloto nos dice que han comenzado con retraso desde por la mañana, cuando el avión procedente de Venecia que le tocó pilotar, llevaba ¡4 horas de retraso!
Bueno, pues una vez en el avión, el piloto nos cuenta que le cuentan desde Barajas que hay mucho tráfico «¡A las 2 de la madrugada?» y que no podemos salir, por tanto, hasta dentro de una hora. Es decir, cuatro horas después de lo previsto.
LLego a Madrid a eso de las 3,30 y no me toca otra que agarrar un taxi, con lo que el barato vuelo se convierte en algo mucho menos barato. Le cuento al taxista la movida y resulta que ha trabajado en el aeropuerto durante años. Me dice que muchos vuelos de Iberia se están retrasando y, al comentar ambos las incidencias, me apunta que lo que debe estar sucediendo es que anulan vuelos que no van llenos sin previo aviso y los juntan con otro, para ahorrar combustible y servicios. Todo ello sin contárselo a la gente, claro.
Me quedo con la copla por si la puedo confirmar pero me cuadra con lo que he vivido.
Ayer por la noche, llamo a mi amiga Marta que resulta que ha vuelto de Barcelona el día después que yo y le ha pasado ¡exactamente lo mismo… pero con otra compañía! Cuatro horas de retraso para un vuelo Madrid-Barcelona, lo que te hace pensar que sería mejor haber tomado el autobús (más barato y más seguro).
Acabo de colgarla y me encuentro por la calle a una chica que conocí en el Día fuera del Tiempo del año pasado, que da la casualidad que trabaja desde hace tiempo para la compañía Pullmantur, un mayorista de viajes. Dice que tiene un vuelo a una ciudad nórdica en unos días ¡Y sus propios compañeros le han dicho que saldrá con retraso!!!
¿Cómooorrr? ¿O sea que sabéis que va a salir con retraso y no se lo decís al público?
Esto huele a Cons-pi-ra-ción. Estad atentos si salís de vacaciones en avión y llamad a periódicos u oficinas de consumidores para denunciar este atropello con el que las compañías pretenderían ahorrarse dinero a costa del cliente. Esto sí que lo pueden sacar los medios de comunicación.
Si mi teoría es cierta, puede suceder en vuelos que no van llenos.
