Opinión y Noticias Externas — 9 agosto, 2013 at 11:22 pm

«Debemos ser más transparentes con los programas de espionaje»: ¡Obama supera a Gila!

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¡Cuánto te echamos de menos: 'peaso de monstruo'!

Como sabéis, llevo trece años contracorriente, como un salmón remontando el río que le vio nacer: negando la realidad en la que cree el 99,9% de la población y horrorizándome con las mentiras que la gente (ingenua) se puede llegar a creer.
La diferencia de los últimos tiempos es que, en lugar de lágrimas, lo que me salen son carcajadas cósmicas cuando leo titulares como éste de Obama. Intuyo (intuyo) que detrás de ese Enorme Titular, digno de nuestro mítico humorista Miguel Gila, hay un periodista que nos ha lanzado un guiño cómplice, por medio de esta locura hecha frase pero tan real como las declaraciones del presidente de los USA.
Deteneos por un momento a analizarlo.
«Debemos ser MÁS TRANSPARENTES CON NUESTROS PROGRAMAS DE ESPIONAJE». Vamos, que ahora el espionaje LO VAN A ANUNCIAR.
Eso quiere decir, ni más ni menos, que a partir de ahora el Gobierno de Estados Unidos va a avisar a cada ser humano al que espía.
«Ding, dong: buenas tardes, que soy de la CIA y venía a avisarle de que tengo orden de seguirle por donde quiera que vaya, así que no se preocupe si ve un hombre de negro con gafas negras y un coche tintado por donde quiera que vaya, porque lo estamos haciendo por su bien. ¡Ah! Y que sepa que hemos colocado micrófonos en toda su casa y que podemos escuchar su conversación a través del móvil incluso cuando está apagado. Pero no se preocupe porque somos amigos. Y si ve un helicóptero negro encima de su coche o un avión teledirigido que le suelta una ráfaga de metralla, tampoco se preocupe: ¡TODO LO HACEMOS POR SU SEGURIDAD!«.
Que yo sepa, en España sólo hay ahora mismo un humorista que le pudiera sacar punta a esta situación, a la altura del mítico Gila (quitando «El Jueves», claro). Se llama José Mota. Lástima que ahora no tenga programa…
¡Ah! En la noticia también cuentan que, si Snowden tenía alguna duda sobre la ética y la constitucionalidad del espionaje sobre cada ser humano del planeta, sólo tendría que haberlo dicho… y se hubiera subsanado. Ya no sé si llorar de la risa, de verdad: esto me supera. Las agencias de Relaciones Públicas especializadas en comunicación de conflictos (otro día os hablo de Hill & Knowlton y similares) están llevando la mentira a cotas surrealistas.

Pues eso, que a partir de ahora, los espías van a llevar un escudo bien grande para que todo el mundo lo conozca y sean de lo más transparentes.

(Como los policías infiltrados en las manifestaciones en España, que organizaban los altercados: ¿os acordáis de que anunciaron que iban a ir identificados? ¡Qué locura, verdad?).
PD: Creo que es el momento oportuno para rendir un homenaje a ese grandísimo y entrañable Ser Humano que se llamó Miguel Gila, y que tanto hizo por traer la Paz, mediante una inteligentísima herramienta: ¡la sátira! Si a alguien le gusta este monólogo, sólo conozco una sátira a la altura de la guerra: para mí, la mejor novela de la historia y, por supuesto, mi favorita. «Viaje al fin de la noche», de Céline. Leedla y ya me contaréis.