Opinión y Noticias Externas — 10 abril, 2014 at 8:54 am

Reality shows: los traumas del pueblo elegido con Yahvé… en formato concurso

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Continuando con la influencia de los traumas con Yahvé  del pueblo elegido, llega el momento de analizar esa faceta televisiva moderna llamada «reality shows», es decir, «shows realistas» o «shows a partir de la realidad».

Con lo que ya habéis aprendido con los vídeos dinero y dios y el Psicoanálisis a Freud, lo vais a ver claro desde el primer momento.

¿De qué va el programa «Gran Hermano»: primer reality show?

Es evidente que ese «Gran Hermano» que todo lo vigila es el mítico «Ojo que todo lo ve» Iluminati luciferino: una representación del mismo dios conocido como Yahvé que se pasa 1000 páginas en el Antiguo Testamento torturando a los judíos y diciéndoles que él lo ve todo (y al mismo tiempo, animándoles a realizar todo tipo de crímenes con los no judíos).

Al mismo tiempo, la reclusión en esa prisión que es la casa del Gran Hermano donde la tentación lujuriosa y las maledicencias harán sacar del concursante lo peor de él, es una representación de la reclusión del pueblo judío en… Babilonia. La casa del Gran Hermano es la Babilonia de los judíos.

Por si tuvieras alguna duda, ¿cuántos son los concursantes del Gran Hermano?

¡12! ¡Las Tribus de Israel!

Eso sí, en este caso, los judíos subliman su deseo de ser dioses (y decidir sobre el futuro o la vida y la muerte) en la «persona» del público (convenientemente manipulado, claro está): ellos deciden quién sobrevive.

Todos los reality shows tienen los mismos componentes; el presentador haciendo de sacerdote o maestro de ceremonias, el jurado inmisericorde y a menudo cruel (La Voz, Operación Triunfo) y el añadido maléfico de la supervivencia del más fuerte (en este caso, el más taimado y manipulador) cuya representación fue la teoría del darwinismo social.

Seguramente, el más claro sea el Programa Supervivientes que aunque en primera instancia pueda parecer una recreación de Robinson Crusoe, en realidad se podría asimilar a los 40 años vagando por el desierto de los judíos antes de la conquista de Canaán, en los que Moisés les hizo pasar por todo tipo de pruebas para sobrevivir.
De esta manera, los reality shows son la forma en la que los sacerdotes levitas ven el mundo y a su dios, Yahvé, el que te permite o no sobrevivir.
El objetivo de estos PROGRAMAS (software para la mente) es el mismo que el Antiguo Testamento: enseñar a los televidentes que ejercer la manipulación a través del sexo, las maledicencias y las medias verdades es la mejor forma para sobrevivir, para alcanzar el éxito.