Sucedió en Málaga hace unos días y reúne todos los ingredientes para ejemplificar la locura que produjo la «ley de violencia de género».
Una chica se dispone a tirarse desde un puente porque su novio la ha dejado y todos los varones la miran sin atreverse a hacer nada. ¿Cómo es posible?
Un chico lo resumió así: «si me acerco, me ‘como el marrón'» (en la terminología española, quiere decir que le acusarían a él de lo que sucediera).
Lo mejor de este suceso que, como digo, encierra todos los ingredientes de esta película de terror que llevamos padeciendo desde hace 15 años es que la persona que relata la anécdota (y que acabó socorriendo a la suicida ante la indiferencia de los varones) es ¡la directora del instituto de la mujer de Málaga!
Evidentemente, Rosa del Mar Rodríguez es incapaz de relacionar los aspectos de la realidad porque, de serlo, habría dimitido inmediatamente de su puesto tras vivir el referido suceso: ¡se estaba enfrentando contra sí misma!
