Ante el clamoroso silencio de la prensa oficial, el Departamento de Justicia ha lanzado tres investigaciones diferentes en torno a Hillary y Bill Clinton y la fundación de ambos, localizadas en las ciudades de Nueva York y Little Rock (Arkansas, feudo originario de Bill Clinton). Seguidamente, os resumo el artículo de Jerome Corsi para Infowars que tiene como principal novedad es que, al afectar a otros países, se convierten en internacionales.
1-Desvío de fondos aportados a la Fundación Clinton para recibir favores de la secretaría de estado, siendo Hillary la titular.
2-Venta de uranio empobrecido (material para crear bombas atómicas) a Rusia que ha llevado a la cárcel, ya, al presidente de una empresa de Maryland.
3-El inspector general del Ministerio de Justicia, James Horowitz, está estudiando los correos que se enviaron el jefe de contrainteligencia del FBI, Peter Stozok con la fiscal Lisa Page, en el que hablaban de evitar a toda costa que Trump llegara a la Casa Blanca, con la complicidad del vicedirecto del FBI, McCabe. Una acusación que pone en cuestión el sistema en sí. Stozok también manipuló el primer informe sobre el escándalo de los emails del servidor de Hillary Clinton para suavizarlo durante la campaña electoral.
4-La Fundación Clinton está siendo investigada en diferentes países al comprobarse que las donaciones realizadas a esta «tapadera de los Clinton» para diferente tareas humanitarias no llegaron a su destino y se emplearon inapropiadamente.
Por ejemplo, el gobierno australiano está investigando el uso que hicieron de 25 millones supuestamente dirigidos a la lucha contra el sida y otros 15 en Papúa Nueva Guinea. También se busca el destino final de 10 millones supuestamente para luchar contra el cambio climático.
5-Por último, el mencionado Inspector General Horowitz examina el papel de Hillary Clinton y el Partido Demócrata en el informe encargado a la empresa Fusion GPS para desacreditar a Trump y con el que consiguieron autorizar el espionaje de sus telecomunicaciones.
Un ex agente de la CIA ha comentado recientemente que este asunto es una «Crisis Constitucional» que podría llevar, por tanto, a un replanteamiento de todo el sistema.
