El viernes pasado, apenas unas horas después de que Trump ordenara publicar el memo de las escuchas, la bolsa de Nueva York cayó 666 puntos, en un claro aviso de lo que iba a suceder: el crash de ayer lunes.
Alex Jones ya avisó hace casi un año que los globalistas tumbarían la bolsa y le echarían la culpa a Trump cuando estuvieran a punto de suceder, y el anónimo informante llamado «Q» acusó hace unos días a los Rotschild y George Soros de retirar el dinero de los mercados.
Trump contraatacó anunciando ¡desde su Air Force One! una segunda investigación sobre el FBI y el Ministerio de Justicia, lo que evidencia una guerra económica/inteligencia.
En uno de los últimos mensajes de Q, nombra específicamente a la familia Rotschild, seguido de la palabra «Austria» y una alusión velada a la venta de una antigua casa, cerca de la Selva Negra.
Por otro lado, el detective inglés que hizo el retrato-robot de los asesinos de la niña Madeleine McCann, calcadito a los hermanos Podesta, ha muerto repentinamente de un daño cerebral.
En definitiva, estamos ante la batalla final y a buen seguro que la caída del bitcoin tiene que ver con todo esto.
