General — 10 marzo, 2018 at 5:50 pm

RUSIA PROHIBIÓ LOS TRANSGÉNICOS PORQUE SUS CIENTÍFICOS COMPROBARON QUE GENERABAN HERMAFRODITAS-DISFUNCIÓN DE GÉNERO

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En un vídeo y varios post del año pasado, sugerí la conexión -semánticamente evidente- entre los alimentos transgénicos y los humanos transgéneros. Como digo, mi intuición procedió de la similitud semántica y desconocía los datos que hace un par de días Sorcha Faal ha publicado, procedentes de científicos rusos.
La noticia es una propaganda del poderío de la agricultura rusa, en el sentido de que las vastas plantaciones de cereales biológicos y la prohibición de los transgénicos, han hecho que pueda dar de comer a la mayor parte de la población humana, pero lo realmente interesante son los datos que aporta en el sentido de que los transgénicos tienen capacidad para modificar el ADN humano… y su sexualidad.
En concreto, los científicos rusos afirman que el proceso de metilación para generar el cereal transgénico es la causa de que la potencia reproductora del esperma de los norteamericanos se haya reducido a la mitad en la última década.
Continúa afirmando (por primera vez en esta web) que los globalistas que han decidido exterminar al 90% de la Humanidad decidieron hacerlo convirtiendo al ser humano en hermafrodita y promocionando el estilo de vida homosexual. Pero sabiendo que con los medios de comunicación por sí solos sería insuficiente, encargaron a la empresa Monsanto contribuir biológicamente a esta castración masiva en lo que el genetista canadiense David Suzuki calificó de «experimento genético masivo» porque los genes modificados que se introducen en la cadena alimentaria «corren por nuestro cuerpo a su antojo».
Un estudio del centro norteamericano de biotecnología descubrió diferencias en los patrones de metilación en las diferentes hojas de maíz transgénico, con capacidad para modificar el fragmento de ADN humano correspondiente. Al parecer, la metilación, cuando se produce dentro de un gen «promotor», actúa reprimiendo la transcripción genética, siendo este proceso importante, entre otras muchas cosas, para el envejecimiento, génesis del cáncer y la «inactivación del cromosoma X»; es decir, el mismo hecho de ser varón (la mujer es XX, y el hombre, XY).
Una publicación científica del año 2015 afirmó: «las diferencias sexuales entre los ratones macho y hembra se programan durante el desarrollo del cerebro pero no sabemos exactamente cómo se produce esto. En el área preóptica del cerebro -una región vital para las masculinización- el fenotipo femenino resulta de la represión de los genes masculinos por un proceso de metilación del ADN». En otras palabras: que los trasngénicos pueden estar, de acuerdo a la ciencia, inhibiendo la masculinización de los niños de este milenio, convirtiéndolos en homosexuales.
Un año después de esa publicación, el centro norteamericano de biotecnología reconocía que no sabía la razón de lo que estaba pasando en la metilación del cereal modificado genéticamente, mientras que los científicos de Monsanto no atendían a los requerimientos de información por parte de sus alarmados colegas. Un trabajo que sí hicieron los científicos rusos, lo que llevó a que prohibieran el cultivo de alimentos transgénicos y a la propia Monsanto. Según ellos, las epidemias actuales en el mundo occidental de obesidad mórbida, esterilidad y homosexualidad están relacionadas TODAS con el consumo de alimentos transgénicos.
Mientras tanto, las instituciones científicas en la nómina de Monsanto, como la Universidad de Iowa, sigue despotricando contra los rusos, acusándoles de malas prácticas agrícolas cuando la realidad es que, una vez más, está salvando a la humanidad de la destrucción.
Así pues, sí: transgénicos y transgénero es -prácticamente- lo mismo.