España — 3 abril, 2018 at 6:48 am

Análisis mediático-político de la exposición en TV abierta (Intereconomía) de la trama pederasta de San Sebastián

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Anoche sucedió el momento esperado: una televisión en abierto (Intereconomía TV) rompió el tabú y expuso la trama pederasta de las élites vascas en connivencia con el sistema judicial. Aunque desconozco las cifras de audiencia que cosecha el programa «El gato al agua» y por tanto, no puedo valorar el número de personas que lo hayan podido ver, lo cierto es que la emisión de este escándalo de proporciones sistémicas en una TV «tradicional» lleva el asunto a una nueva fase. Sobre todo porque en unos días el vídeo estará en YouTube y se volverá viral, lo que terminará por alcanzar a la franja que yo considero «Opinión Pública»; es decir, una audiencia total de unos 10 millones de personas (hasta ahora, los vídeos del abogado, sumando YouTube, Facebook y Whatsapp los han podido ver 2 millones).
Llegamos pues, a un punto en el cual cada uno de los principales poderes (mediático, político, jurídico) se va a tener que posicionar y pronunciar, tanto por acción como por omisión; es decir, que tanto se puede hacer el mal por hacer como por no cumplir con su deber. Paso a analizar la situación, en función de cada uno de los sectores.
1-Sector mediático.
La aparición en una televisión en abierto de este escándalo que cuestiona la acción de la justicia y la moralidad de la clase política va a situar a los grandes periódicos tradicionales en papel (El País, El Mundo, ABC, La Vanguardia, El Periódico, ¿qué decir del Diario Vasco?) en situación de auténtico Jaque Mate. Mi percepción es que, si no lo han sacado ya, no lo van a hacer (a pesar de que seguro que a mis compañeros les encantaría hacerlo). Las presiones «desde arriba» lo van a impedir, con lo que su imparable cuesta abajo se va a convertir en un suicidio por omisión: ¡porque la mayor parte de su audiencia se va a enterar -si no lo han hecho ya- de su existencia!
Entre los diarios digitales que nacieron bajo la vitola de «independientes», entre los que destacan El Confidencial y Voz Populi, se van a encontrar ante el mayor desafío de su corta historia, con el agravante de que gran parte de su audiencia, de centro-derecha, habrán visto el programa. Es evidente que tanto Nacho Cardero como Jesús Cacho están prefiriendo hacer que no se han enterado de este megaescándalo y en los comentarios de sus diarios van a empezar a sufrirlo.
La cuestión no es mucho mejor para los dos estandartes de la izquierda digital, Eldiario y Público, que, salvo una pequeña mención del primero, siguen mirando para otro lado, con el agravante en este caso de que ellos van de «antisistema».
Dando por descontado que los irrelevantes informativos de TVE, Antena3, Telecinco y Cuatro se van a inhibir en esta cuestión (no se espera más de ellos), la pelota va a estar en el tejado de la supuestamente combativa, La Sexta TV. ¿Qué van a hacer los supuestamente radicales antisistema Jordi Évole, Ana Pastor, Antonio García Ferreras e Iñaki López? ¿Van a actuar o van a mirar para otro lado? ¿Dónde va a quedar la supuesta credibilidad de Al Rojo Vivo o La Sexta Noche cuando España entera esté hablando del tema?
Sumamente escandaloso que cuando hace tan sólo unos días estos supuestos feministas, y otras como Ana Rosa Quintana o Susanna Grisso, se llenaban la boca con los «derechos de las mujeres», ahora callen como putas ante una trama de violación de niñas al más alto nivel.
2-Sector político.
Movimiento feminista. ¿Qué hace que no denuncia esta trama? ¿Dónde están todas esas políticas que alardeaban de la defensa de la mujer? ¡Já! Las risas (negras) ante su desvergüenza e hipocresía van a lanzar a este movimiento-timo a la basura de la que no regresen jamás.
¿Y los partidos políticos? Damos por supuesto que los antiguos no van a actuar pero ¿qué va a pasar con los supuestamente regeneradores Ciudadanos y Podemos; estos que están a punto de tocar el cielo del Poder? Ojito que las mieles del triunfo es posible que se le escapen a Albert Rivera porque Vox se está comportando de manera valiente en este tema, y ayer su número 2 (Rocío Monasterio) mencionaba sin tapujos el caso Bar España y Alcáser. Parece bastante evidente que el escandalizado electorado católico del PP y de Ciudadanos podría moverse a Vox, a quien las encuestas ya dan un escaño en el próximo congreso.
Las elecciones municipales en San Sebastián del año que viene podrían deparar alguna sorpresa si algún partido se atreve a enarbolar este caso.
3-Sector judicial.
Repito: el mal se puede hacer por acción o por omisión, y en el caso de la Justicia, más claramente. Si los jueces y fiscales no actúan en un caso de la gravedad de éste, el Sistema entero entra en contradicción, el (supuesto) Estado de Derecho queda cuestionado.
Nosotros, como Opinión Pública, tenemos vela en este entierro: si el vídeo de Intereconomía se convierte en viral, cada uno de los actores mencionados se tendrán que pronunciar o quedarán retratados.
Una nota más: este caso español se enmarca en la batalla contra el «Deep State» (Estado Profundo/Gobierno Secreto) que se está librando en otros países como Estados Unidos o Gran Bretaña. Similares escándalos están apareciendo en otros países como Argentina (trama pedófila en el fútbol) y todos ellos van a confluir porque en realidad se trata de la misma red (probablemente masónica). El pistoletazo de salida lo ha de dar el señor Donald Trump cuando ponga en marcha las esperadas detenciones porque eso podría dar fuerza a los jueces y fiscales que sí quieren «meterle mano al asunto».
PD: Una última mención para los «youtubers conspiranoicos»: ¿seguirán callando esos famosos creadores de opinión como lo vienen haciendo ante los escándalos de pederastia? ¿Se lo reprochará su público?