La tercera de las entregas de la entrevista que Alish ha realizado a Hombre Libre es, sin duda, la más amena de todas porque cuenta su propia experiencia defendiendo la Ley Natural frente al derecho positivo que te reprime cuando no has hecho daño a nadie, utilizando la diferencia entre nuestro ser y la ficción legal del nombre en letras mayúsculas.
Es preciso señalar que lo siguiente sucedió en el mundo anglosajón (¿Australia?) y todavía no hay ejemplos del asunto en los países latinos, de manera que yo no recomendaría que alguien se la jugase de esa forma (todavía: la idea es crear una conciencia social de que nuestra Libertad pasa por reivindicar la vuelta a la Ley Natural).
PD: Yo no estoy de acuerdo en su apreciación sobre los derechos de autor, ni tampoco con el esquema actual que descarga la propiedad en las empresas. Hay que abogar por una solución intermedia, y que retribuya al autor de un invento, canción u obra de arte, porque es el Autor.
