La enigmática periodista de filiación rusa informa de las batallas entre Donald Trump y el «Deep State» global, abriendo con la expulsión de su aliada Roseanne Barr por denunciar que una estrecha colaboradora de Obama (Valerie Jarrett) era de Al Qaeda y explicando que su reunión con la «celebritie» Kim Kardashian forma parte de la estrategia para llegar al gran público, una vez que las grandes cadenas NBC y CNN han perdido casi por completo la batalla de la audiencia frente a Fox TV, cercana a Trump.
Al margen de que Trump extiende su batalla contra el Deep State a la Unión Europea y Canadá, en la forma de aranceles comerciales, lo más interesante es conocer que el extravagante presidente ha conseguido tomar el control del Tribunal Supremo y de una gran cantidad de juzgados «provinciales», lo que abriría las puertas a la tan soñada detención de las élites pedófilas y satánicas.
Mientras tanto, «Q» lleva ya 10 días sin publicar, lo que corresponde con los «ten days of darkness» anunciados en sus últimos mensajes. Hay una gran expectación por saber qué vendrá contando, entre los rumores de que los fondos de prosperidad han comenzado a moverse.
