España, Opinión y Noticias Externas — 3 junio, 2018 at 7:56 am

Rafapal responde al columnista de El Confidencial, E. Hernández, sobre las fake news

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Apreciado, Esteban: te tengo por un periodista sensato y que no suele incurrir en falacias argumentativas. Por eso, esta mañana me has levantado de la cama con tu artículo defendiendo la verdad de los medios oficiales entre carcajadas y exabruptos.
Tu artículo es un cúmulo de lugares comunes sacados del argumentario procedente de los cimientos ideológicos del sistema para refutar la creciente existencia de una Opinión Pública global que no cree en esa verdad, pero que desdeña varios argumentos que, honestamente, no me cabe en la cabeza cómo has sido capaz de soslayar.
-El primero, el más evidente, es que las noticias o vídeos que la gente se reenvía a través de Facebook o YouTube son compartidos por SERES HUMANOS que, dotados de libre albedrío, confían en su veracidad y le dan a «compartir». Ni son robots ni las noticias se reenvían solas, Esteban, es la gente la que confía en ellas, y eso es algo que debería hacerte reflexionar. Ojo, no digo que no haya «fake news»: de hecho, yo mismo me ocupo de refutar las que me voy encontrando en mi propio ambiente, como la supuesta operación para desacreditar a Ciudadanos.
-Puesto que no te atreves a afrontar el meollo de la cuestión -es decir, por qué la gente no se cree la realidad que los medios oficiales les presentan-, te recuerdo que lleváis 18 años haciendo pasar por verosímil y real la existencia de una guerra entre el hombre y la mujer, que ha generado un verdadero genocidio, entre parejas separadas, hijos que se crían sin alguno de sus progenitores y mujeres que no han encontrado pareja con la que procrear. Eso, sin olvidar la mentira de Al Qaeda, los atentados del 11-S y la falsa amenaza de un terrorismo islamista que, como ha quedado comprobado en Siria e Irak, está siendo financiado y armado por los mismos países que se quejan de las fake news, es decir, que dicen ser paladines de la verdad. ¿Y de Trump, qué? Ya se te ha olvidado el histérico apocalipsis con el que pintasteis su presidencia? ¿Qué ha pasado un año y medio después, con el terrorismo casi derrotado?
Reflexiona, Esteban: ¿te puedes extrañar, a la luz de estos irrefutables ejemplos, de que la gente haya dejado de confiar en los medios oficiales?