Hombre y Mujer — 11 junio, 2018 at 11:13 am

Dos transexuales ganan a mujeres en carreras de atletismo: la «venganza» del macho y el fin del mito democrático-ateniense

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Una característica de todos los mentirosos es que, finalmente, entran en contradicción. La locura de la política de género es capaz de mantener los siguientes argumentos.
-Que el hombre y la mujer son iguales.
-Que un hombre que se castra es una mujer y por tanto no puede ser discriminado frente a la mujer.
-Que la mujer ha de ser discriminada de manera positiva para ser igualada al hombre (que ya de por sí es igual que ella).
De estos tres postulados tan contradictorios, llevados al mundo del deporte, se está produciendo un aluvión de «hombres aprovechados» que están dispuestos a castrarse con tal de ser estrellas del deporte, ganando a las mujeres, de manera que echan por tierra el dogma de fe de que las mujeres y los hombres son iguales físicamente y, de paso, volviendo a la supremacía del hombre (en este caso, castrado) sobre la mujer.
Veréis la que se va a liar en los próximos Juegos Olímpicos: la trampa de la contratación y nacionalización de atletas africanos para ganar más medallas va a ser la de un carterista al lado de la transexualización de varones para competir en las carreras femeninas. ¡Todos los títulos serán para hombres! Y con ello, el mito de los Juegos Olímpicos atenienses, intrínseco al de la democracia, morirá para siempre.