Os contaba en las últimas semanas que la censura sobre la motivación de los asesinatos englobados en el génerico «violencia de género» (valga la redundancia) estaba a punto de caer, ahora que ya se puede informar de los asesinatos cometidos por mujeres.
En las últimas horas se ha producido un asesinato de una mujer paraguaya a manos de su novio cubano, del cual informa correctamente ABC, ligando la motivación del crimen (además de los celos) a la consecución de papeles por parte del caribeño.
En Asturias, un anciano ha matado a su esposa, que tenía Alzheimer. Como veréis, al conocer las circunstancias del crimen, la nebulosa de la «conspiración masculina de la violencia de género» se disipa. De hecho, un izquierdista en mi Facebook ha comentado que «este no es un crimen de violencia de género».
La paranoia ha comenzado a remitir, y podríamos ayudar a extinguirla, reclasificando los crímenes en función de la motivación del crimen. Por ejemplo, el primero podría ser clasificado como «crimen entre inmigrantes» y el segundo como «entre ancianos por cuestiones de vejez».
