Media — 1 enero, 2019 at 9:07 am

… Y José Mota se bajó los pantalones ante el feminismo: su paranoico sketch en la Nochevieja del 2017 es su suicidio como humorista

by

José Mota quiso subirse a la ola de denuncia de la corrección política (en torno a los chistes y el anuncio de Campofrío) y acabó, cual banco de sardinas, aprisionado en las redes del feminismo; quiso quedar como un transgresor y acabó retratado como un lacayo del comisariado político que ha destruido la convivencia, el amor, la familia, el país.
Su sketch sobre la corrección política feminista acabó convertido en una genuflexión oral ante las paranoioas colectivas propagadas por este influyente lobby: ¿por qué lo hizo?, se preguntará más de uno. ¿Por qué no se atrevió a rematar el sketch de la misma forma irreverente que empezó?
Para contestar a esta pregunta, primero hay que saber que la parrilla de contenidos del ente público RTVE es supervisada por la Fundación March: los acreedores del Estado -en quiebra- español exigen a cambio de renovar su préstamo una serie de condiciones… Esto es: dirigir sus contenidos.
Así pues, cuando José Mota recibió el encargo de realizar el Especial Nochevieja 2018, tuvo que aceptar el «briefing» que le enviaron, en el que se consignaba un minutaje para visibilizar los «micromachismos». A su vez, obviamente, esa aberrante instalación de la paranoia colectiva en el momento más especial del año vino avalada por la comisaria política feminista del PSOE, Rosa María Mateo, que exigió joder a los españoles la noche más especial del año, inoculando la paranoia en el momento en que se juntan las familias.
Tan flagrante fue su felonía que, en su asquerosa y rastrera actuación, ayudó a extender la paranoia de que «todas las mujeres son hombres trans» en la parte final del sketch, en la que Millán Salcedo interpretaba a la ministra Fátima Báñez, ayudando a perder la cabeza a los ya miles de personas que van camino de ello, gracias al demente Pedro Bustamente, principal difusor de esta paranoia.
Shame on you, José Mota, nos jodiste la Nochevieja del 2017. Eso sí, ayer firmaste tu sentencia de muerte como humorista número 1: tu ya declinante carrera va a ser paralela a la de Podemos y el PSOE: directo al abismo.
El sketch aludido, a la hora del programa, por si alguno quiere vomitar.