Creo que tenemos que aprender de lo que ha sucedido en Birminghan hace unos meses. Los padres se negaron a llevar a sus hijos al colegio a unas clases de perversión sexual impartidas por el movimiento LGTB. ¿Resultado? Tuvieron que suspenderlas.
Creo que tenemos que aprender de lo que ha sucedido en Birminghan hace unos meses. Los padres se negaron a llevar a sus hijos al colegio a unas clases de perversión sexual impartidas por el movimiento LGTB. ¿Resultado? Tuvieron que suspenderlas.
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