Política actual — 14 febrero, 2020 at 8:52 am

El Partido Comunista absorbe a la socialdemocracia en Estados Unidos, Alemania, Inglaterra… y España

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La situación política en cada país evoluciona a gran velocidad en cuestión de meses y, en buena medida, en parecidos términos. Si miramos a lo que está pasando actualmente en las primarias del Partido Demócrata norteamericano (la izquierda, como conjunto) y al partido laborista inglés, nos encontramos con que, ante la desacreditación moral de los socialdemócratas por apoyar las funestas ideas de la ideología de género, la globalización y la antipatriótica inmigración masiva, la socialdemocracia está sufriendo un gran varapalo que, de manera paradójica, está llevando a la adopción de la ideología comunista. Lo vimos con Jeremy Corbin en Inglaterra, y lo estamos viendo en Estados Unidos con Bernie Sanders, que está a punto de hacerse con el control del partido.
Los poco explicados acontecimientos ocurridos en Alemania en torno al gobierno del estado de Turingia donde, para impedir que llegara al poder la extrema izquierda de Die Linke (que ha sustituido a la socialdemocracia), se unieron los democristianos de la CDU, los liberales y los patriotas de AfD y que han llevado a la dimisión de la que iba a suceder a Angela Merkel, Kramp Karrenbauer, demuestran que la irrupción de estos partidos patriotas está llevando a una convulsión del sistema político democrático. (Ver vídeo de Joseph Farrell al final).
En España, el proyecto político llamado «Podemos» que comenzó «no siendo ni de derecha ni de izquierda» y pasó a ser la casa común de la izquierda, donde se reunían los socialdemócratas populistas de Iñigo Errejón, los trostkistas de Anticapitalistas y los comunistas del PCE de Izquierda Unida, se ha ido depurando de los primeros grupos hasta que sólo han quedado los comunistas, que a su vez han llevado a los socialdemócratas del PSOE hasta sus posturas más maximalistas.
El resultado de todo esto es que ese cuidadoso disfraz llamado «socialdemocracia» se ha quitado la careta para mostrar el comunismo más descarnado que lleva dentro, al igual que sucedió con el proyecto populista bolivariano de Hugo Chávez cuando Nicolás Maduro asumió el poder.
El asunto es que ahora se viene un aluvión de asuntos de corrupción que van a tocar a los líderes del partido izquierdista norteamericano, lo que, indudablemente, les va a tocar al resto de partidos de esa cuerda en todo el mundo. El senador Chuck Schummer se hace, literalmente, caquita. Y el FBI, también.