Estaba viendo los comentarios del programa de La Sexta TV «Al Rojo vivo» cuando ya la victoria de Trump es inapelable y un contertulio calvo y con gafas decía: «de entre todas las cosas en las que nos hemos equivocado (risitas), sólo hemos acertado en que New Hampshire sería vital…». Pues sí, señor: la victoria de Trump frente a la unión de TODOS LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN (al margen de lo que vaya a pasar en términos geopolíticos) marca el final de una era. El final de la era en la que los medios de comunicación propiedad de los grandes banqueros mostraban a la gente el camino del bien y del mal.
Hoy, 8 de noviembre del 2016, pese a la formidable campaña en contra de su candidato, el pueblo norteamericano ha firmado su DECLARACIÓN DE INDEPENDENCIA frente a aquellos poderes que les han impuesto su realidad (la realidad de los detentadores de la emisión de la moneda).
Y eso, queridos amigos, tiene repercusiones MUNDIALES porque ha sucedido en todos los países del mundo simultáneamente pues las filiales de esos medios han hecho lo propio en todo el Planeta. Los partidos políticos (que no son más que otras filiales de los detentadores de la creación de la Realidad) han quedado, en masa, desacreditados por Donald Trump y, al asumir la victoria del excéntrico candidato, van a tener que aceptar que existe otra realidad en la forma de:
-El terrorismo creado por los estados.
-La OTAN como organización terrorista.
-Los «tratados de libre comercio» como terrorismo financiero.
-La política de género como práctica de terrorismo familiar y de paranoia colectiva.
-Los Bancos Centrales como promotores de todas las guerras anteriormente citadas.
En otras palabras, que la victoria de Trump significa el advenimiento de otra realidad… Siempre y cuando, los INFILTRADOS (como el ex alcalde Rudolph Giuliani) no echen por tierra este movimiento, como sucedió con Chávez en Venezuela.
Esa, y no otra, es la razón por la que todavía no abriré mi mítica botella de champán. La batalla comienza ahora: la diferencia es que ahora la Realidad está de nuestra parte.
Alex Jones, principal valedor de Trump, se ha de convertir en el presidente de un gran nuevo medio de comunicación y un contertulio masivo porque ha sido la Red, simbolizada por Infowars, Breitbar o Drudge Report, la que ha salido victoriosa.
Como decía el contertulio de La Sexta TV, los medios oficiales han hecho el ridículo más espantoso pues sus encuestas han resultado falsas y su demonización de Trump ha sido inútil.
Al margen de los satánicos, los grandes derrotados son los medios tradicionales, que dicen adiós como los únicos creadores de opinión.