De confirmarse, sería más importante -incluso- que la victoria de Trump. Para entender semejante afirmación (y si eres nuevo en esto), te tengo que contar el corazón de este sistema corporativo en el que vivimos.
En el año 1879, después de que los banqueros asesinaran a Lincoln -dejando así prorrogada la Ley Marcial decretada durante la Guerra Civil, y estando el país en bancarrota-, el distrito donde residen las instituciones norteamericanas (Casa Blanca, Capitolio, Biblioteca Nacional, etc) promulgó su propia constitución por la que se creaba la corporación (S.A.) de los ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA (en mayúsculas), que sustituía a los «Estados Unidos para América», la república original. De la misma suerte, esa constitución (y con ella, la corporación creada) sustituyó al país fundado en 1776 y por ello, los ministerios pasaron a ser Departamentos… de esa Corporación. La prueba de ello es que (al igual que el Vaticano o la city londinense) ese distrito funciona con una ley diferente (sin impuestos) y, ahora nos enteramos, a pesar de tener derecho a tres representantes electores ¡no tienen asiento en el congreso ni en el Senado! Es decir: se reconoce que allí funciona «una ley especial».
Ocultada en medio de la conmoción generada por la victoria de Trump, la noticia de que los residentes en el distrito de Washington DC conocido como «Columbia» votaron a favor de ser considerado un estado más dentro de la república, merece un comentario aparte.
Lo primero: ¿a qué ciudadanos nos referimos? (Supongo que la mayor parte serán funcionarios del propio Estado).
Segundo: ¿a quién se le ocurrió semejante idea? (Evidentemente, debió ser a un «Caballero Blanco», es decir, a alguien de inteligencia).
Tercero: esto coincide con la victoria de Trump y sucede (aunque no sea vinculante), a hurtadillas, sin que nadie se entere.
Conclusión. A mí me parece que ha sido una jugada magistral para devolver Estados Unidos a la Constitución original y derogar así la corporación USA.
El tiempo dirá si estoy en lo cierto.