Silenciado por la prensa oficial, miembros del Parlamento europeo están realizando preguntas a la Comisión para saber por qué los ciudadanos están sufragando el 70% de los ingresos del lobby gay europeo (ILGA), con conexiones con organizaciones a favor de la pederastia, como el NAMBLA norteamericano. La misma investigación ha demostrado que el resto de sus «donaciones» proceden del magnate financiero, ligado a la Casa Rothschild, George Soros. Es decir, que los gays españoles están financiados por la misma UE que salva a los bancos y por la Casa Rothschild.
El abogado por los Derechos Humanos J.C.
Von Krempach ha preguntado: «¿el lobby gay es una organización no gubernamental o es un departamento no oficial de la Unión Europea?».
Para hacernos una idea, el hecho de que una organización que busca unos intereses particulares (la extensión de la homosexualidad, en este caso) reciba donaciones de la Unión Europea sería como si las recibieran los grupos de presión a favor de la energía nuclear, por ejemplo. El lobby gay está luchando por convertirse en organización asesora de las Naciones Unidas pero ya ha conseguido que se prohíban los libros que lo critican en España (como el mío, «La Conspiración del Movimiento gay») o enviar a la cárcel a un grupo de activistas suecos que repartían panfletos denunciando la propaganda institucional para la homosexualización de la población.
Estas y muchas otras informaciones prohibidas, adquiriendo el libro de La Conspiración del Movimiento Gay, en formato digital o en papel (escribiendo a periodico@rafapal.com).
PD: Algunos medios de comunicación se están haciendo eco de la censura a mi libro. Mundo Desconocido le ha dedicado un vídeoprograma.