Después de denigrar gravemente las figuras de Mahoma y Jesucristo, los seguidores de Jehová, dios de la guerra y del dinero, continúan con las provocaciones para crear el Armagedón.
Ahora es en un monasterio cerca de Jerusalén donde aparecen pintadas ridiculizando a Cristo. Pero la cosa viene de más atrás: en febrero, otro monasterio cristiano, éste en Jerusalén mismo, apareció con pintadas «Muerte a los cristianos».
El pasado mes de julio un congresista judío rompió las páginas del Nuevo Testamento de una Biblia, tirándola a la basura antes de decir: «millones de judíos han muerto por culpa del Nuevo Testamento». Las autoridades católicas en Israel se preguntan qué tipo de enseñanzas están dando en las escuelas judías para que se produzcan estos actos.
Mientras tanto, después de la película atacando a Mahoma y las nuevas caricaturas sobre el profeta, ahora un juzgado de Nueva York ha permitido una campaña publicitaria judía y sionista en el metro, con el lema «En caso de guerra entre los civilizados y los salvajes, apoya a los hombres civilizados. Apoya a Israel, derrota la Yihad».
Teniendo en cuenta el reciente incidente de la película contra Mahoma que desató la quema de embajadas USA, no me cabe ninguna duda de que las declaraciones de Elton John acusando a Jesucristo de ser marica, fueron perfectamente organizadas por la élite sionista.
Ahora la cosa está totalmente clara: esto que vivimos no es una guerra económica (que también) sino primera y fundamentalmente, una guerra religiosa.
Los seguidores de Satanás contra los creyentes en Dios.
La campaña ha sido pagada por la Liga Antidifamación Judía, que se ocupa de perseguir las diferentes interpretaciones sobre el supuesto holocausto judío en la II Guerra Mundial.
