Definitiva, la información que publicó ayer sábado el prestigioso periodista Jesús Cacho, en su medio, «vozpopuli» y que, a día de hoy, ningún otro medio de comunicación (salvo éste) se atreve a reproducir.
Resulta que el Rey de España y su querida convencieron a un grupo de empresarios y bancos españoles (entre ellos, Cajamadrid y la Caixa) tremendas cifras de dinero con la promesa de desarrollar infraestructuras de energía y telecomunicaciones en Arabia Saudita.
Mientras Corinna utilizaba sus artes para conseguir que los empresarios soltaran el dinero, el Rey movía los hilos para conseguir el sí de los sauditas.
El asunto al final no llegó a buen puerto «la casi veintena de empresarios españoles que picaron el anzuelo llegaron al acuerdo de perder las aportaciones realizadas (capital calls) y pagar el 0,85% de las aportaciones totales comprometidas a cambio de liquidar completamente los compromisos contraídos. En total, las cantidades pagadas estuvieron alrededor de los citados 21 millones de dólares».
Como comenta hoy mismo en su editorial Jesús Cacho, esto es el final para la monarquía española.
Con este asunto queda en evidencia que el «malvado Urdangarín» no ha hecho más que lo que vio hacer en el palacio de La Zarzuela desde que se casó con la hija del mayor mafioso de este reino.
PD: La vedette Bárbara Rey ha sido, seguramente, la amante más secretamente famosa del Rey de España pues es bien conocido que intentó chantajearle con un vídeo grabado en el que se los veía en la cama, a consecuencia de lo cual, fue acosada por los servicios secretos españoles. Al parecer Aznar intentó terminar con el dinero que Bárbara recibía de los fondos reservados para que se mantuviera callada.
En el siguiente vídeo, unos contertulios de un programa del corazón hablan del tema, sin llegar a mencionarla. Dentrro de la ficha del mismo vídeo, se mencionan otras amantes del Rey: Rafaela Carrá, Paloma San Basilio, Nadiuska, Sandra Mozarowsky, María Kosty, Julia Steinbusch y Marta Gayá. La citada Sandra, de sólo 18 años, fue «suicidada» desde el balcón de su casa cuando regaba las plantas, supuestamente, porque se había quedado preñada del rey.
PD 2: El viernes conocí a un tipo cuyo padre fue amigo de Sabino Fernández Campo, secretario del Rey durante muchos años. Gracias a él, se enteró que aquella famosa caída en la estación de esquí de Baqueira Beret se produjo cuando Juan Carlos apareció, a las 12 de la mañana, con una borrachera como un piano, empeñándose en esquiar a pesar de que sus escoltas trataban de impedírselo. Otro «accidente» menos conocido, a resultas del cual, se hizo daño en una muñeca, se produjo en realidad cuando salía, igualmente borracho, a la piscina y «se encontró, de repente» con la ventana corrediza, que rompió con su ímpetu alcohólico, produciéndose varios cortes. Por supuesto, el «accidente» en la cacería de Botswana también se lo produjo en estado ebrio, al igual que otros tantos. Insisto en que la fuente que me lo relató procede del propio Sabino Fernández Campo y me merece plena confianza. Más abajo podréis ver una de esas caídas del Rey cuando se encuentra completamente borracho.