Esta mañana me escribe mi colega catalán, Paco, sobre la supuesta amenaza coreana y le contesto que «si están montando una patochada de este calibre es porque algo muy gordo tienen que ocultar».
Acto seguido, abro otra cuenta de correo y me encuentro con un mensaje de Raúl, desde Latinoamérica (creo) y me entrega la ratificación a mi intuición.
Quien nos informa es otro clásico de esta web, el agente de inteligencia Tom Hennegan, un precursor de Benjamin Fulford pero del 2005, por lo menos.
Resulta que el ex gobernador de Nuevo Méjico y funcionario de la era Clinton, Bill Richardson, viajó a Corea del Norte con un maletín que contenía 3.000 millones de dólares procedentes de la filial de Dallas del Banco de Comercio Alemán en pago por el teatro belicista que está llevando a cabo.
Funcionarios del FMI habían hallado pruebas irrefutables de un fraude de esquema piramidal por parte de la Reserva Federal, el Banco Central de Japón y el de Australia sobre intercambio de divisas, FOREX, con valor de billones de dólares. Básicamente, tomaban el dinero de los inversionistas y tomaban posiciones «en corto» sobre la moneda australiana en lugar de depositarlo en «comodities» (recursos naturales) y seguros financieros.
Entiendo que la posibilidad de una guerra en esa parte del mundo habrá ocasionado fluctuaciones en la moneda australiana, que habrá sido aprovechado para realizar este fraude, por el que Bern Bernanke puede ser detenido. Aunque, según Hennegan, los que están detrás de la operación son Hillary Clinton, todo hace indicar que están tratando de postponer, con algún argumento, la caída de la Cábala.
Para los expertos en bolsa, les incluyo el texto original, en inglés, donde podrán entender, mejor de lo expuesto por mí, la jugada en profundidad.
We can now divulge that electronic evidence has surfaced showing that the crooked banks do not actually place their customers in the market when it comes to options purchases but instead wait until the customer either sells his option or waits till the option expires worthless at the end of the contract to settle the trade.
As reported in last night’s intelligence briefing, the customers get fraudulent electronic statements by email showing they own the positions when in truth they don’t and the bank then uses customers alleged segregated funds to write naked options on various commodities and foreign currency contracts whose collateral is toxic derivatives that are fraudulently marked up by the U.S. Federal Reserve.