¡Qué bueno, qué bueno, qué bueno, qué bueno, qué bueno…!
Todos estos años queriendo saber cómo se creó el mito del holocausto y este excelente vídeo ISRAELITA sobre una literatura pornográfica de los años cincuenta y sesenta, llamada «Stalags» ha venido a aclararnos por completo la cuestión.Os recomiendo que os veáis primero el vídeo y luego mi interpretación, para que no os fastidie el descubrimiento.
http://www.teledocumentales.com/stalags-holocausto-y-pornografia-en-israel/
Los stalags surgen JUSTO CUANDO COMIENZA EL JUICIO al nazi Adolf Eichman, ya sabéis, aquel al que secuestraron en Argentina en 1960. Evidentemente, la «casualidad» no es tal porque a través de estos cuentos de horror sádico mezclado con sexualidad sadomasoquista (alemanas dominatrix que se follan a soldados ingleses) se inocula en las mentes de los adolescentes judíos el horror sobre el holocausto QUE HASTA ENTONCES NO EXISTÍA EN LA POBLACIÓN ISRAELITA.
Como lo has oído.
Son los propios escritores de novelas-basura quienes, a su vez, recogen el estilo de un tal Ktzeknik, quien en los años 50 había comenzado a escandalizar a los judíos con las historias pornográficas de judías que se prostituían con los nazis en los campos de concentración para salvar sus vidas.
Aún hoy, todavía hay gente que se piensa que esas historias fueron verdad, aunque los propios historiadores judíos lo niegan, pero el caso es que estos libros, como CASA DE MUÑECAS, ¡Es lo que les obligan a leer a los niños judíos en el coledio desde los años 90! ¡Es lo que les cuentan cuando van a Auschwitz!
Aquí tiene que haber algún psicoanalista metido, está claro. EROS Y TÁNATOS. Sexo y muerte. La combinación perfecta. El mítico hombre del saco, el Coco, para dar miedo a los niños judíos.
Con eso es con lo que traumatizan a los pobres niños judíos desde pequeños… ¡para que luego maten a los palestinos! [¿Sabíais que todos los grandes seriales de terror, como Viernes 13 o Scream giran alrededor con niños?]
Bueno, ¿pues sabéis quién fue la estrella del juicio a Eichman, con teatral desmayo incluido?
El propio escritor Ktzelnik, que por supuesto es un nombre inventado, un «alter ego» con el que se inventaba las historias del holocausto. Y, por cierto, un perturbado, tenéis que verle hablar, y después, en el minuto 41, montando el numerito durante el juicio a Eichman. Recuerda a la niña del embajador durante la primera guerra de Irak, dramatizando sobre los bebés robados de las incubadoras: ¿os acordáis?
Hasta que aparecieron los stalags (los años 60) nadie en Israel se preocupaba del holocausto. Nadie hablaba de él ¡y eso que la mitad de la población eran «supervivientes»!! En el vídeo, israelita, hay que recordar, se suceden los testimonios de gente que dice que «los padres no pueden ni contar por lo que pasaron». (Porque no lo vivieron, claro está)
En 1964 se estrenaría la primera película con esta temática, dirigida por el judío norteamericano Sidney Lumet, sobre un «pobre usurero» que tiene pesadillas sobre lo que pasó: se llama «El Prestamista». Todo está conectado. En ese año 1960 pusieron la maquinaria de leyendas a toda máquina, a rebufo de la novela «El diario de Ana Frank» que preparó, emocionalmente, a la población mundial (PERO SOBRE TODO A LOS JUDÍOS) para ese trauma imaginario… ¡que han acabado creyendo!
Resumiendo: el Mito del Holocausto se creó de una manera bastante parecida a la «Paranoia de género» que hemos padecido en España los últimos 13 años. A través del «periodismo amarillo», en nuestro caso; en el otro, la literatura-basura, conocida en Estados Unidos como «pulp fiction». Primero se lanza la ficción traumatizante y después, aprovechando «el rebufo» se la convierte en materia de estudio… ¡en los colegios!
PD: Sólo me queda una duda tras ver el vídeo: ¿los judíos que lo han hecho saben perfectamente que el holocausto es un mito, verdad?
Entrad en la noticia para verlo, seguro que no vais a ver nada más importante en todo el verano.