No se ha hecho esperar la reacción de Putin ante los salvajes atentados perpetrados en lugares públicos de Volgogrado por los terroristas chechenos controlados (reconocido por el mismo) por el hombre fuerte de Arabia Saudita, íntimo de la familia Bush, Bandar Bin Sultan.
Según Sorcha Faal (que anticipó la amenaza de Bin Sultan a Putin hoy hecha realidad), el director de los servicios secretos rusos, FSB, Alexander Bortnikov ha recibido la orden de máxima alerta por parte del jefe ejecutivo del país, que ha prometido, al mismo tiempo, «destruir a Arabia Saudita».
El propio FSB ha reconocido al autor de uno de los ataques, llamado Pavel Pechyonkin, quien se unió el año pasado a los salafistas pagados por Arabia Saudita para llevar el caos a Siria.
Dado que Estados Unidos ha dejado de apoyar a Arabia Saudita por su reconocida financiación a las fuerzas de Al Qaeda, este país se queda con la única protección (paradojas de la vida) ¡de su más mortal «enemigo», Israel!
En definitiva, mucho ojo a lo que ocurre en la región en las próximas semanas porque el señor ex agente del KGB Wladimir Putin no es precisamente lo que se llama «una paloma» y habrá que recordar cómo entró en el teatro aquel secuestrado por los chechenos y cómo algún agente incómodo para los rusos ha acabado con una sobredosis… de polonio.
Seguro que el demonio Bandar Bin Sultan no va a dormir muy bien a partir de estos días y va a tener mucho, pero que mucho cuidado, con la comida que toma…
PD: Es preciso recordar en estos momentos que hace escasas fechas Arabia Saudita creó, junto a los emiratos del golfo Pérsico que domina (Qatar, Omán, Abu Dhabi, Kuwait) una fuerza militar de choque compuesta por 100.000 hombres. Evidentemente, estaba colocándose la «venda» antes de la herida que le va a suponer haber atacado a Rusia.