[Las supuestas fotos de Basiago eran falsas].
Pues sí, aunque parezca que sigamos en el siglo XX (con sus mismas miserias) hace ya ¡quince años! que, supuestamente, entramos en el siglo XXI. Y las cosas que os tengo que contar hoy forman parte, por fin, de esa otra realidad, de una realidad de ciencia ficción, pero que ha de ser la real (valga la recontrarredundancia).
Number 1: Noticia recientita. Estados Unidos pone a disposición del público su documentación sobre el tema Extraterreste. «Todo». Sí, sabemos que hay
Esta mañana me pongo a ver el último vídeo de Dave Schmidt en el que habla favorablemente de la energía liberadora que está entrando en el Planeta y, posteriormente, hace una afirmación que os sonará:
Dave afirma que, tal y como están las cosas, «las actividades de la Cábala van a hacer que se destruyan a sí mismos» (Minuto 7), titulando este desarrollo de los acontecimientos como el «Efecto Gideon». «Este es el año en que la Cábala se va a destruir a sí misma». Leed lo que escribí yo mismo hace un par de días (obviamente, antes de que apareciera este vídeo y por supuesto Dave no me ha leído).
Si lo pensáis un poco: ¿quién ha salido perjudicado en la «snuff movie» de París de la semana pasada? Una revista con claras conexiones sionistas que se dedicaba a atizar el fuego de la guerra de religiones y… un supermercado Kosher. ¡Se están disparando a sí mismos!
Otra anécdota acorde con esta Nueva Energía en la que ya estamos viviendo. Ayer, Moisés, de La Voz del Viento, me hizo una entrevista de audio que luego cubre con alguna imagen y la sube a youtube. Al acabar, le propuse que pusiera una fotografía mía que me parece graciosa con un gorro siberiano que me regaló mi amigo Camilo, no sé… porque me apetecía.
El caso es que Moisés me dijo a través del Skype que se la enviara a un correo nuevo que tiene. El caso es que la foto la tenía guardada en otro ordenador viejo que tengo sin skype y, dado que tenía que sacar la foto de allí y recuperar la nueva dirección pues… me dio pereza y me dije… (o eso creía): «mañana se la envío».
El asunto es que Moisés se ha dado más prisa que de costumbre y esta mañana, cuando abro el skype, ya había subido la entrevista a Youtube y me había enviado el link. Pincho en él y me encuentro que ha puesto ¡la foto que yo había pensado enviarle!!!!!
De pronto, he dudado de mí mismo y de si le habría enviado la foto en algún momento y se me había olvidado «registrarlo» en mi memoria. Ya sabéis: a veces haces tantas cosas que te olvidas hasta de que las has hecho.
Así que le envío un mensaje y le pregunto -para cerciorarme- si esa foto se la había enviado yo.
La respuesta de Moisés ha sido: «tienes muchas fotos en Internet, y he cogido una».
¡Justamente la foto que le iba a haber enviado! ¿Será que le he dicho telepáticamente la que quería?
