Se avecinan meses turbulentos en Corea, Estados Unidos y por supuesto, en Yemen, como resultado, según Fulford, de la negativa de la cábala oscura a abandonar el Poder. En concreto, en Estados Unidos algunos informadores están extendiendo la idea de la proclamación de la ley marcial por parte del ejército cuando la realidad es que, de haber un enfrentamiento, sería entre el patriota ejército USA y los ejércitos mercenarios sionistas que han comenzado a infiltrar a su «estado islámico» en el país y ya amenazan con otro 11-S.
Al parecer, hay un plan para desencadenar una guerra en Corea (o, al menos, hostilidades) como paso previo a la reunificación del país, que parece tener una vital importancia para las nuevas instituciones del BRICS.
En cuanto a Europa, Fulford avisa del seguro impago de la deuda por parte de Grecia, que desembocaría en una pléyade de cierres bancarios en toda la UE. Esta sería la razón por la cual Angela Merkel se fue a China hace unos días, intentando recibir una inyección económica para mantener vivo el sistema, cosa que, según Fulford no logró. Las fuentes del cronista canadiense aseguran que el Banco de Pagos Internacionales de Suiza (el famoso BIS) ha entrado también en bancarrota y está tratando de mantenerse a flote a base de «interceptar» (jacking up) acciones de los mercados nipón, europeo y estadounidense.
Por su parte -y como hemos ido viendo estos días- Grecia se está preparando para una posible salida del euro firmando acuerdos de cooperación con Rusia y China, llevando, como digo más arriba, a la Unión Europea al borde del colapso. (Una prueba, hoy mismo).
Las continuas explosiones en estaciones energéticas norteamericanas son señal de que la guerra civil entre la facción patriótica y la sionista está ya en sus prolegómenos y podría desencadenarse en los próximos meses. El BRICS, sin embargo, piensa desmantelar los bancos que promueven esta guerra haciendo uso de sus derechos como acreedores de los propios bancos, lo que justifica el titular de la crónica: el colapso del sistema sería, esta vez, provocado por los buenos.
Fulford sigue confirmando que el Pentágono se ha alineado con Irán en Oriente Medio y que a Arabia Saudita no le va a quedar otra, por tanto, que acabar claudicando, y rompiendo su relación con Israel.
Tras meses y meses, Fulford continúa afirmando que la posición del primer ministro japonés, Abe, es de una debilidad extrema, y la prueba está en que una televisión nipona ha mostrado un reportaje mostrando que el tsunami del 2011 fue en realidad un ataque nuclear. Los Rockefeller han vendido su división de Citibank y sus negocios petrolíferos en la zona, dejando patente que ya no mandan allí.
La base submarina desde la que partieron las bombas, situada en Nueva Guinea, fue bombardeada en cuatro ocasiones hace pocas semanas, originando sendos mini-tsunamis.
Como colofón, la presencia en el desfile militar conmemorando el final de la II Guerra Mundial en Moscú, de fuerzas procedentes de Serbia, India, China, Kazajastán, Bielorrusia, Mongolia, Armenia, Tajikistán, Kirziguistán y Azerbayán prueba que existe ya un bloque de países alrededor de Rusia que no se van a dejar intimidar en ningún conflicto.