El otro día, en el buenísimo Congreso de Ciencia y Espíritu de Barcelona, me tocó vender los libros al lado de unos que hacían fotos del aura con la cámara Kirlian.
Como no podía ser de otra forma, me ofrecieron hacerme una… y aquí está. La verdad es que no tuve tiempo de que me contaran bien lo que significaba porque tenía una reunión para preparar la llegada de los Bilderberg, pero lo que recuerdo es que me dijeron que el color verde significaban cambios en mi vida (hay muchísima en mi aura), y que la luz en mi frente tiene que ver con mi actividad cerebral. Me contaron más cosas pero ahora mismo no me acuerdo.
Para ser sinceros, lo que de verdad me mola es la melena aúrica que tengo. ¡A que flipa?
Tengo que ser humilde y reconocer que no tengo mucho morado, así que no debo estar muy adelantado espiritualmente pero bueno… un bar de bolitas a la altura de las orejas sí que tengo. Me la hicieron en un momento de mucho estrés, con catorce cosas haciendo al mismo tiempo, pero me dijeron que eso no influía. No sé, yo tengo la sospecha de que sí.
Nada, a partir de ahora, en el DNI, todos con su foto del aura y cuando se la tengas que dar a tu novia, lo mismo. («Mira que aura tan bonita tiene mi novio»).
¡Qué coño es la belleza física al lado de un aura de lo más armónica, con tus siete colores bien alineaos?
