Coincidiendo en el «timing» con la irrupción del nuevo sistema financiero no sionista y con la detención y deportación de altos mandos militares israelíes en Londres, así como el acuerdo con Irán, que muestra el declive del poder judío, hoy domingo un grupo de extremistas israelíes ha entrado en la mezquita de Al Aqsa protegidos por la policía, originándose una gran trifulca.
En los días previos, los judíos sabateanos habían quemado ¡vivo! a un bebé palestino en un claro sacrificio ritual satánico para preparar estos acontecimientos.
Como os contaba hace pocos días (y anticipé en el diario El Jaque Mate en el año 2009), comienza el desenlace final, ligado con la construcción del Tercer Templo del Rey Salomón.