Como os dije hace ya meses, el peligro para Arabia Saudita consistía en que los chiítas yemenitas contraatacaran con sus tropas e invadieran a su enemigo (¿con la colaboración de Irán?). De momento, han conquistado una base y la provincia sureña correspondiente, pero es que al norte se podría abrir otro frente si los rusos entran en Irak, como parece lógico, tras «limpiar» Siria de terroristas pagados por la monarquía saudita.
Un reciente bombardeo sobre la embajada de Omán (de mayoría chiíta), indica que este país también se puede unir a la causa antiwahabita.
El número 2 de Ansarolá amenaza directamente con conquistar Arabia.