Creo que no hay mejor regalo para celebrar este día, en el que los secretos de por qué los seres humanos hemos sido enfrentados para hacer la guerra y por qué hemos vivido atenazados ante la escasez del dinero (que son un mismo secreto), que este Histórico discurso del predicador norteamericano Louis Farrakhan.
Saber que hoy, ahora mismo, en Estados Unidos se están diciendo cosas así desde el púlpito le reconcilia a uno con la religión.
Este hombre, con su valentía y su desgarro, su rabia dolorida por el sufrimiento artificial al que una banda de cobardes ha sometido a la Humanidad, conecta con el espíritu de Cristo y, sin duda, nos coloca en el disparadero de los cambios que vamos a ver, ya mismo, en el Planeta.
Su sufrimiento es mi sufrimiento y su rabia es mi rabia. Acabemos con todos los secretos de una vez.