Una cosa que me encanta es conversar con informáticos conspiranoicos cada cierto tiempo porque te ponen al día de las últimas novedades y, siempre siempre siempre, te sorprenden. Ayer quedé con mi amigo Antonio, informático, que realiza instalaciones a un nivel «bastante alto».
Creo que arribamos a ese tema tras hablarme de la película «Her», en la que un tipo se enamora de un programa informático… que luego le deja. Demencial. Una fábula de la locura que nos invade.
Hablando de los espionajes de la NSA, Antonio sacó el tema de la última versión de Windows, 10, y me contó algunas cosas que me dejaron epatado.
Me contó que esta versión de Windows viene con un programita que ¡detecta tu estado de ánimo y habla contigo! Por lo visto, al instalar el programa te pide los permisos para instalarte esta locura pero la mayoría de la gente, que no sabe, le da a la instalación estándar y te coloca el programa espía.
El asunto es que Antonio me dijo que el programa graba y envía una porción de tus conversaciones por skype y las envía a sus procesadores para de esa manera conocer tus gustos (y de esa manera te pueda hablar especializadamente).