Era de esperar. Demasiado han tardado. El peligro que supone Putin para el orden sionista que pretendía destruir a la Humanidad ha hecho que en las últimas semanas se desencadene una campaña para desacreditarlo, que se está desarrollando a través de las redes conspiranoicas.
Lamentablemente, después de tantos años, hay gente que está cayendo en la trampa, razón por la cual, he decidido escribir este artículo para aclarar los conceptos porque muchos no lo tenéis claro.
Una cosa son los hechos («Putin está destruyendo a los terroristas»), otra la opinión y, otra, muy parecida a la segunda, las especulaciones.
Y en este punto, tenemos que hablar del Bien y del Mal, porque sin hablar del Bien y el Mal, no hay análisis posible porque, entre otras cosas, de lo que se habla al final, lo que se quiere diferenciar, es si Putin es malo o es bueno.
Y os voy a decir una cosa que por sí sola aclararía la cuestión: las personas que están tratando de enmerdar a Putin no sólo no creen en el Bien y en el Mal (preguntádselo, abiertamente) sino que, en realidad, creen que sólo existe el Mal, razón por la cual (si razonáis con sentido común), ¡no pueden opinar sobre el Bien! ¡Porque han perdido (renunciado) a esa capacidad!
Una persona que no cree en el Bien y el Mal no puede opinar DE NADA porque, sencillamente, todas las opiniones tratan de esclarecer el bien y el mal, o «lo mejor y lo peor», o «lo que sirve para mejorar o empeora las cosas», que son diferentes maneras de decir lo mismo; el Bien y el Mal. (¿Lo entiende usted, señor Corbera?; ¡Usted está incapacitado para dar consejo alguno porque ni siquiera cree en el Bien!)
Cualquier valoración sobre una persona, que quiera resultar acertada, parte de unos hechos, de su valoración a lo largo de una trayectoria (son buenos o malos); la especulación sobre las segunda intenciones fue la manera en la que, en los años en los que el Bien no aparecía por ninguna parte, nos permitió entender lo que estaba pasando; intentar encajar a martillazos la realidad a una creencia que resultó ser cierta («el mal se traviste del bien para conseguir sus planes malvados») FALTANDO A LOS HECHOS EVIDENTES es una trampa intelectual, UNA TRAMPA MORAL, perpetrada, como digo, por las personas que no creen en el Bien.
La conclusión SIEMPRE ha de partir del análisis de los hechos, no al revés: «como yo pienso que esto es así, entonces los hechos son al revés de lo que aparentan». Eso es hacer TRAMPA, engañar a la gente, y engañarse uno mismo.
Dejando esto, los fundamentos, claros, llega el momento de entender a toda esta gente: los conspiranoicos que siguen desconfiando de Putin pese a que está destruyendo al Mal en todos lo órdenes y liderando la liberación de la Humanidad del dinero-deuda. ¿Por qué niegan la evidencia y se refugian en el viejo paradigma conspiraoico (que por otra parte yo mismo les enseñé a la mayoría de esos blogueros)?
Respuesta: PORQUE ESTÁN DES-MORALIZADOS.
¿Recuerdas el vídeo del agente infiltrado del KGB, Yuri Bezmenov? ¿Recuerdas que su principal propósito fue desmoralizar a la población norteamericana; es decir, acabar con sus valores? ¡Su mayor triunfo fue hacernos creer que el Bien no existe!
¡Ese ha sido el principal objetivo de la infiltración de los corruptos y las toneladas de cultura-basura en forma de cine, TV, literatura y videoclips que nos han hecho tragar!
Décadas machacándonos con la degradación humana y censurándonos las gestas de las buenas personas (Tesla, Jung, Krishnamurti, entre otros) lograron que muchas personas dejaran de creer en el Bien, para que acabaran asumiendo que sólo existe el Mal. Pero aún así, el deseo (reprimido) de destruir al Mal, subsiste, y eso son los arquetipos de los conspiranoicos que desconfían de Putin pero que al mismo tiempo luchan contra el Mal: han perdido la fe en el Bien pero creen en la existencia del Mal y por eso lo combaten ¡pero no creen en la Victoria de la Humanidad! (O sea, que luchan para nada).
Por eso, cuando ha llegado el Bien, siguen refugiándose en las viejas fórmulas de análisis de las banderas falsas para negar la evidencia; que Putin es un ser de oro, un héroe, un salvador, sí.
PD: Todo lo expuesto no impide que algunos de ellos estén, literalmente, comprados por los sionistas, y en su debido momento lo tendré que denunciar.