18 de octubre. Esta cercana fecha en la que se reúne el comité central del partido gobernante chino es la fecha límite para que Estados Unidos acate la orden que Rusia y China enviaron al «Tío Sam» en su reciente reunión del 4 de septiembre.
Según la fuente oficiosa rusa «Sorcha Faal», las directrices fueron: estabilizar el precio del dólar y no aumentar la deuda del país por encima de los 20 billones de dólares, cosa que Trump no ha hecho, pues levantó el vigente tope de la deuda. Si no lo hace, China (y los países que le siguen) empezará a comprar petróleo únicamente en su moneda y en oro, con lo que, de hecho, resurgirá el patrón-oro, derogado por Nixon entre los años 1971 y 1973.
En definitiva, las fuentes rusas que informan a Sorcha Faal confirman plenamente que nos acercamos al momento cumbre, como os vengo diciendo desde meses; y el valor de esta información -insisto- es que procede del gobierno ruso, incluyendo claramente la expresión «superar para siempre al petrodólar».
Lo más original de este planteamiento (que curiosamente la televisión venezolana está explicando abiertamente: ver vídeo de ayer) es que extiende las implicaciones de estos hechos. No es sólo que a partir del próximo 18 de octubre el dólar deje de ser aceptado en la compra de petróleo por muchos países (como os había contado), es que, dado que las empresas y el gobierno de los Estados Unidos (véase, su propio ejército) no podrán abastecerse del crudo, a menos que compren moneda china, lo que acelerará la destrucción de su divisa.
Otra información relevante (que ya anticipó Jim Willie hace meses) es que, debido a las deudas acumuladas por la guerra de Yemen, Arabia Saudita ha puesto a la venta el 5% de su compañía petrolífera, Aramco, siendo los únicos compradores en el mercado… China y Rusia. Lo cual explicaría el acercamiento saudita a Rusia de las últimas semanas, el que haya dejado de apoyar a los terroristas en Siria y, en definitiva, dejaría a Estados Unidos definitivamente sin petrodólar… y sin petróleo.
Conclusión: invadir Venezuela es la única solución que les queda para subsistir, puesto que países aliados como Méjico (acercándose al BRICS) y Brasil (inmerso en una gran crisis institucional) son incapaces de abastecer al mercado norteamericano. Como contrapartida, Rusia, China e Irán van a defender Venezuela a muerte, pues en ese país se decide la partida de ajedrez planetaria.