Me hablaron de estos vídeos en “Ecotopía” y ya me he visto las casi 4 horas de información que completa y amplifica lo que, básicamente, os he ido contando a lo largo de estos años y da un nuevo sentido a la historia, es decir, la hace comprensible.
http://video.google.es/videoplay?docid=-1583154561904832383
http://video.google.es/videoplay?docid=-529716659023952808
Tras un pequeño salto por el Imperio Romano, el documental llega al siglo XVIII, en el que Mayer Amschel Rothschild funda en Francfurt la dinastía que se extenderá, como ya expliqué varias veces, por Francia, Inglaterra, Austria e Italia y que acabaría por controlar el dinero de Europa y del mundo entero. Al igual que hicieron sus antepasados, su fórmula es el préstamo con interés, mediante el cual, acabará convirtiéndose en el principal acreedor de los reyes de la época y, de paso, obtiene títulos nobiliarios. En aquel siglo, el Banco de Inglaterra ya está en manos de su familia y los Schiff, con las que comparte mansión. (Esa, y no otra, fue la razón de la expulsión de los judíos de España en 1942).
La causa fundamental de la Revolución Americana fue la liberación de los impuestos que la corona británica quería cargar a las colonias. Ni más ni menos. La Constitución americana fue escrita con el expreso deseo de garantizar la libertad del individuo y que ningún banco central obligara a los ciudadanos a pagar unos impuestos que acabaran esclavizándolos. Desde ese lejano principio, los banqueros europeos ligados a la familia Rothschild intentarían (hasta en siete ocasiones) crear un banco central que pusiera al gobierno de los estados unidos a su servicio.
Todos los magnicidios y los intentos de asesinatos de presidentes ocurridos en los Estados Unidos (una decena) han sido por la misma razón, incluyendo a Lincoln y a Kennedy; el intento de los diferentes presidentes de crear una moneda que no tuviera que pagar un interés a los banqueros. En todos los casos, los conspiradores se salieron con la suya, bien asesinando al presidente rebelde o cambiándolo por otro de su cuerda, pues en eso consiste el “juego político”.
La guerra de secesión americana no se debió a la esclavitud (Lincoln, al principio, no quería abolirla) sino al intento de este presidente por crear una moneda que devolviera al gobierno el control de su emisión. Los Rothschild, a través de sus agentes, financiaron a ambos bandos, como harían en la primera y segunda guerra mundial, como hicieron en la época de Napoleón, como seguramente han hecho a lo largo de la historia para enfrentar a la población y crear guerra. ¿Por qué?
“Guerra” significa enorme desembolso por parte del Estado para pagar las armas, que genera un enorme déficit. La deuda implica que el Estado tiene que emitir bonos, obligaciones o letras del estado. ¿Quién las compra?
-Los banqueros.
Consiguientemente, los banqueros acaban por poseer la riqueza del pais y, mediante la venta o retención de esa deuda, mediante la elevación o la bajada de los tipos de interés, pueden provocar inflación (dinero barato, dinero en exceso) o deflación (dinero caro, dinero escaso), lo que implica que la economía no se mueva, generando paro y malestar social. De esa manera tan sencilla se puede derrocar un gobierno u obligarle a hacer lo que uno desee.
Los lectores españoles recordarán el enorme paro existente en la época del PSOE con Felipe González, en la que la economía no se movía y lo rápido que empezó a moverse el mercado cuando se legalizaron las agencias privadas de contratación de trabajadores… al aceptar el chantaje, el gobierno del PP. Pan hoy, y hambre para mañana. Exactamente igual que con las viviendas. Quienes tienen las tierras y las viviendas, las mantienen cerradas o inhabilitadas por un tiempo, lo que hace que los precios se disparen… Hasta que se legalizan las agencias privadas de viviendas, que ponen a la venta más pisos pero acaban por provocar una subida de precios tan bestial como la que hemos vivido en todo el Planeta.
Hoy día ya muchos sabéis la tremenda conspiración de 1913 y los años sucesivos para crear la Reserva Federal Americana y, posteriormente, el impuesto sobre la renta. Lo que pocos sabréis es que ese impuesto va destinado, básicamente, a pagar a los banqueros los intereses de la deuda que el Estado contrae con ellos en las guerras y épocas de expansión económica. Poca gente sabe que los bancos tienen derecho a prestar dinero por un valor ¡diez veces superior al que tienen en caja! Es decir, que el dinero que hay ahora en el mercado puede ser, en principio, diez veces superior al real, pero es que, después, los banqueros pueden crear más dinero en función de los intereses de los préstamos que han contraído sus clientes con ellos. De manera que el dinero es algo prácticamente inexistente… salvo en las cuentas de los usureros. Se puede afirmar, sin temor a ser tachado de hiperbólico QUE EL DINERO NO EXISTE, ES SÓLO UNA CONFIANZA EN EL SISTEMA.
A quien le cueste comprender esto, que piense en el prestamista de la Edad Media, que compraba joyas y oro y sólo se las devolvía a su dueño después de cobrarle lo prestado más una cantidad adicional. Bueno, pues ese prestamista, no sólo presta en función del oro-dinero que tiene guardado sino también de los intereses que piensa cobrar por aquello que ha prestado…
Ahora, ¿qué ocurre si la gente comienza a declararse en bancarrota porque no puede devolver el dinero prestado a consecuencia de la subida de los tipos de interés?
Pues eso es lo que ha comenzado a ocurrir en Estados Unidos la semana pasada y ese es el anuncio de unos grandes cambios en el sistema económico.
El Sistema Financiero Internacional, sostenido por el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional y el Bank of Internacional Settlements funciona igual que la Reserva Federal (o los bancos centrales) a nivel mundial. Presta dinero a cambio de la deuda de ese pais y de que siga sus “recetas económicas”, es decir, que venda sus tierras y empresas a los representantes de los propios banqueros. Si alguno de los países se rebela, venden la deuda, tumbando la moneda y creando el caos económico. Eso fue lo que ocurrió en Argentina y lo mismo que han hecho en otros países.
Por supuesto, son las mismas personas las que dirigen esas instituciones mundiales, que las que lo hacen en cada país.
Llevamos más de 2.000 años soportando este juego. Lo han sufrido nuestros antepasados y lo sufrimos nosotros mismos ahora. Si no quieres que tus hijos sigan sufriendo el mismo castigo, es hora de terminar con este macabro juego.
¡ACABEMOS CON LA USURA! ¡NO AL IMPUESTO SOBRE LA RENTA! ¡NO A LA DEUDA PÚBLICA!