La cosa se parece bastante al asesinato de Juan Pablo I. ¡Lo interesante del caso es que el Papa no quiere saber nada! Recordad también el vídeo que puse hace meses en el que jesuitas españoles acusaban a las jerarquías de «condenar» a Monseñor Romero, Ellacuría y los jesuitas españoles muertos en El Salvador en los años ochenta.
Meses atrás médico forense afirmó que Salinas ordenó no practicar autopsia
Cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo, quiere entrevistarse con el Papa Benedicto XVI para decirle que la muerte del Purpurado no fue un crimen de estado, sino obra de la masonería a través de funcionarios como Fernando Gutiérrez Barrios, su Secretario de Gobernación fallecido el 30 de octubre de 2000.
Según el diario Excelsior, esta información se desprende de dos documentos a los que tuvo acceso y que el Secretario de Estado Vaticano, Cardenal Tarcisio Bertone, solicitó a los abogados de la Arquidiócesis de Guadalajara. Los textos se titulan “Informe Especial”, del 16 de octubre de 2006, e “Informe Especial del Homicidio del Cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo”, de mayo de 2007.
En declaraciones al diario, el abogado de la Arquidiócesis, José Antonio Ortega Sánchez, dijo que “la intención que tiene el Vaticano al solicitar estos informes es conocer en qué etapa está la investigación” que el Estado realiza del caso.
Aunque según el informe, el objetivo del ex Presidente es decirle al Pontífice que el asesinato no fue un crimen de Estado, los abogados de la Arquidiócesis sostienen todo lo contrario. Estas sospechas fueron respaldadas en enero pasado por el médico forense Mario Rivas Souza, quien reveló que no se le practicó la autopsia al cadáver por orden escrita de Salinas de Gortari.
“Del avance de la investigación –señala el documento-, se desprende que fue un crimen de Estado y que los involucrados han obstaculizado la investigación y presionado para que no se concluya satisfactoriamente con la verdad”. El texto indica que hubo presiones desde la Presidencia de la República.
Asimismo, el escrito de mayo de 2007 reafirma el interés de Salinas porque no se continúe investigando el crimen, para lo cual intentó entrevistarse con el Presidente Felipe Calderón. Además, el documento de octubre de 2006 indica que el ex mandatario se reunió con el entonces Secretario de Gobernación, Carlos Abascal Carranza, para que no considere el homicidio un crimen de Estado.
Los documentos también confirman que el Cardenal Posadas Ocampo fue vigilado los días previos al asesinato y que sus teléfonos fueron intervenidos desde la Procuraduría General de la República. Además, de acuerdo al texto más reciente, la esposa de Salinas de Gortari, Cecilia Occelli, le dijo al Purpurado que sospechaba “que su esposo estaba involucrado con el narcotráfico”; una revelación que mortificó al ex mandatario.
“Es muy importante para nuestro país que el homicidio del Cardenal Posadas Ocampo se aclare, ya que serían muy grandes los beneficios espirituales de conocer la verdad”, culmina el documento.