Ayer estuve con el ya famosísimo Daniel Estulín, que presentó su nuevo libro «Los señores de las sombras». En cuatro días, ha vendido más de 40.000 ejemplares en Estados Unidos y se ha colocado en la lista de los 600 más vendidos en el mundo entero. Uno de sus libros sobre «El Club Biderberg» lleva vendidos más de 2 millones de copias en todo el mundo, 200.000 de ellas, en España. ¿Quéreis saber cuántos periodistas acudieron a la rueda de prensa?
-Uno de el periódico «la Razón», otro de «Onda Cero» y otra chica que no habló.
¿Queréis saber cuántas reseñas se han publicado de su libro en los medios más masivos de Estados Unidos? (Un auténtico superventas).
-Ninguna.
Claro que en cuanto uno comienza a leerlo, se explica por qué. En el habitual arrollador estilo que le caracteriza, Estulín entra a fondo con el comercio de diamantes, el de armas y el de la droga en el mundo. Sus apabullantes datos se unen a una trama que te hace sentir el investigador que él es, y vivir los más oscuros entresijos de la política y los negocios mundiales, en primera persona.
Ningún thriller ni novela se puede comparar a este libro (sólo llevo 20 páginas) y, desde luego, pocas cosas pueden preocupar más a los que mandan que este libro lo lea mucha gente.
En persona, Estulín es tan franco y directo como sus libros, accesible y cercano. Tuvimos un buen encuentro y eso que le hice algunas preguntas que podían haberle incomodado (¿es realmente un agente de los servicios secretos rusos, como se comenta?) Por supuesto, me contestó que no lo es, pero si lo fuera, no me lo iba a decir… (jajajaja).
Durante la rueda de prensa, negó el supuesto papel de los sionistas en el gobierno del mundo (aunque en lo que llevo leído del libro, no aparecen más que israelíes), aseguró que los «Hermanos musulmanes» están controlados por la CIA, implicó a los servicios secretos del «new world order» en el atentado del 11-M, apuntó con pelos y señales a los que controlan el tráfico de drogas…. En fin, el libro me parece que no tiene desperdicio, uno ya lo siente en cuanto lee la primera página. Sólo os cuento que, ayer, antes de dormirme, leí que ¡Bin Laden trabajó para los judíos de Amberes en el tráfico de diamantes! ¡Y que los pastunes afganos se consideran una de las «tribus perdidas» de Israel!