Os parecerá que no tiene que ver, pero sí, y mucho. Nos han contado que, desde una ameba (que nadie sabe cómo salió), la vida evolucionó a protozoos, organismos pluricelulares, insectos, reptiles, pájaros, animales mamíferos, el mono y el hombre. Y que todo eso se produjo por mutaciones!, es decir, «casualidades».
Bien, leed todo lo que ha costado crear, en laboratorio, el primer código genético artificial y os daréis cuenta de que la evolución en el Planeta tuvo que haber sido ayudada por algunos científicos humanos; sabiendo lo que cuesta realizar un cambio en el ADN es importante que todo ese proceso se haya producido aleatoriamente. El anuncio científico, en sí, abre la posibilidad de que el ser humano del Planeta Tierra, en el siglo XXI, cree, por sí mismo, una «evolución» por sí mismo.