General, Política actual — 16 octubre, 2007 at 9:44 am

Los angloparlantes adoptan la palabra «cojones»

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La primera vez, lo escuché en un vídeo de Alex Jones. La segunda, este verano, hablando con un inglés. Y la tercera, en un mail en inglés de mi amigo Colin Rivas (irlandés-español). Ahora no me queda duda: la palabra «cojones» ha entrado en la lengua inglesa.

Esto, por supuesto, tiene muchas lecturas. La más obvia: la pujanza del idioma castellano (ése que se esfuerzan en destruir algunos). La segunda, y para mí más importante, es el hecho en sí de que los angloparlantes adopten esta singular palabra. ¿Es que no tienen otros sinónimos? Obviamente, sí.  La más clara: «bullocks», pero en idioma «slang», hay muchas más. De haber, pues, otra razón.

Como sabéis, me encanta el tema de la lingüística y la indagación en el inconsciente colectivo; creo que el lenguaje (al igual que la vestimenta) lanza muchos mensajes desde el insconciente. Y por ese camino, hallaremos la solución. ¿Por qué los anglosajones necesitan de los «cojones» españoles? Obviamente, porque o los han perdido o porque no tienen demasiada testosterona… ¿Dónde nacieron esos dos movimientos cuyo fin es la separación de los hombres y las mujeres; el feminismo y el homosexual? (Con el permiso de Francia, en Estados Unidos). Es decir, en esos países es donde con más fuerza se ha castrado al hombre.

Bien, los estadounidenses e ingleses, en un momento en el que se sienten más amenazados que nunca por el Poder (en breve publicaré noticia sobre la cantidad de palizas que está recibiendo la gente de manos de la policía en USA), castrados durante cuatro décadas por el feminismo, recurren a los «cojones» españoles en su habla coloquial. Curioso, ¿no? ¿Será porque el mundo hispano es prácticamente el único que se rebela contra la tiranía Iluminati?

Por si alguien quiere profundizar en la relación entre el movimiento homosexual y el feminista, os recomiendo el libro del único autor que he seguido en este tema: Henry Makow. Autor de la web «savethemales.com» (salvad a los machos), publica ahora su libro «The cruel hoax» (El cruel timo), sobre ambos movimientos.