En estos tiempos del final de la Era de Piscis, como vengo diciendo, todo sale a la luz. El mundo del fútbol es, con la cantidad de millones que mueve, uno de los que más mierda esconde.
A través de las memorias del hijo de un narco peruano nos enteramos de que el partido Argentina-Perú que, gracias a una goleada de 6-0 permitió a los charros avanzar hacia la final en detrimento de Brasil, fue comprado mediante un soborno de la mafia peruana. La noticia que anticipa el libro es muy interesante pero yo me quedo con la aparición, COMO SIEMPRE, del omnipresente HENRY KISINGER en esta nueva conspiración. Conocía que él fue el responsable de la introducción del fútbol en los Estados Unidos y sospechaba desde hace tiempo que él ha participado activamente en la creación de «esta droga de las masas» y esta noticia no hace más que confirmarlo. Leed, leed este párrafo en el que habla de cómo presionó para que el entrenador peruano alineara al meta Quiroga, de origen argentino.
José Velásquez, ex jugador de la selección peruana y titular en aquel encuentro, descartó hace tiempo, en el programa ‘Al Ataque’ de Phillip Butters, el posible caso de soborno, aunque reconoce que ese día nada fue normal. «Recuerdo que un día antes del partido, Chumpitaz, Oblitas, ‘Panadero’, Cubillas, Sotil y yo le pedimos a Marcos Calderón [técnico del equipo] que no pusiera a Quiroga, y él aceptó», recordó Velásquez. Pero luego, en el camarín, después de que llegaran el presidente argentino [el general Jorge Videla] y el secretario de estado norteamericano Henry Kissinger, vimos que el técnico lo ponía. Nos sorprendimos».