Quienes vengan siguiendo esta página desde hace tiempo, sabrán que todas las religiones esperan, en estos años que estamos viviendo, la aparición del Mesías (quien no conozca esta información, que pinche aquí).
Básicamente, los judíos (y un cierto número de cristianos sionistas predominantemente protestantes) esperan que su Mesías entre triunfal en Jerusalén y proclame a Israel, el pueblo elegido. A su vez, son muchos los cristianos (incluidos los católicos) que piensan que, antes de la vuelta de Jesús, aparecerá el Anticristo, que se caracterizará, en terminología moderna, por su gran apariencia mediática, salvador, aparentemente pacifista y su vocación por unificar a todas las religiones. Para estos cristianos, el Mesías que espera la Nueva Era, los budistas y los musulmanes, sería ese Anticristo, mientras que para los musulmanes y una gran parte de los creyentes en la Era de Acuario, ese Mesías sionista sería, precisamente, el Anticristo. (Hay que recordar que los judíos siguen sin aceptar a Cristo como Mesías).
Aunque parezca una cuestión loca, es un tema que es la comidilla de casi todas las personas que creen en Dios en el Planeta, es decir, la mayoría. He escuchado a David Icke proponer que uno de los hijos de Lady Di sería el Anticristo y hay quien dice que el científico Jack Parsons, heredero de Aleister Crowley, nació en el día que los testigos de Jehová vaticinaron como la llegada del Anticristo. Y son sólo unas pocas de las teorías que corren por ahí…
Teniendo en cuenta que el 2012 está muy cerca, el Anticristo ya debería estar entre nosotros. Es decir, que no se va a presentar de buenas a primeras, sin un «curriculum» que le avale. Y entonces es donde la figura de Nicolás Sarkozy, una y otra vez en los medios de comunicación (hoy en Colombia, negociando con las FARC la liberación de rehenes; mañana en Argelia; al otro, en Palestina…) se alza como serio candidato, a mi juicio. Lo último; que se ha ligado a la modelo Carla Bruni (permítanme que lo dude seriamente). El caso es que no hay día que Sarkozy no aparezca por la tele (me imagino que en Lationamérica pasará igual).
No creo que haya habido otro político internacional al que se dediquen más horas de televisión y al cual se quiera presentar como salvador de no sé qué. Sarkozy poniéndose al frente de la «(de)cosntrucción europea», Sarkozy metido a negociador en Palestina, Sarkozy aprentando las tuercas a Irán, Sarkozy en la OTAN, Sarkozy ¡SALUDANDO AL PAPA!… Seguramente, este hecho fue el último que me ha impulsado a contemplar seriamente esta opción, sobre todo, teniendo en cuenta la condición de judío de Sarkozy.
Estad atentos, sobre todo en su posición sobre Jerusalén: la carrera mediática de Sarkozy no ha hecho más que empezar.
