General, Historia oculta — 21 marzo, 2008 at 10:25 pm

Feliz equinoccio: ¿La Atlántida… en Iberia?

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Continúo con mi periplo por el sur de España, contemplando símbolos por donde quiera que voy, fotografiándolos y obteniendo bonitas conexiones que os iré contando a lo largo de los próximos meses, combinándolo con artículos ya publicados en revistas. También he tenido la oportunidad de realizar una especie de «retiro espiritual» con los «pankahackers» Greg Grisham (El Ojo) y Smab (El Hackbogado) y hemos filmado un documental sobre el primero que espero veáis pronto…

Como regalo de equinoccio, os incluyo este artículo que alguien publicó en el blog y que es el complemento perfecto para otro que publiqué en la revista Año Cero hace un año, que os pondré dentro de poco. Las pruebas de que el pueblo tartesso-ibero es la conexión con los atlantes empiezan a aparecer. El destino histórico del pueblo ibero, celta y semita al llegar a América y mezclarse con el negro, indígena (y chino) es el final del ciclo que da origen al Nuevo Mundo….

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Surgen a la luz las primeras evidencias de la existencia de una
civilización, anterior a la Ibera, que se desarrolló hace mas de
10.000 años en los territorios de las antiguas Iberia (España) y
Libia (norte de Africa) Este pueblo fue capaz de expandir su cultura al
crear colonias en África, Norte de Europa y Oriente llegando incluso a
América gracias al alto desarrollo que poseía de los sistemas de
navegación de ultramar y a la existencia de islotes (dorsal
atlántica) entre las Azores, Canarias y las Antillas. Parte de ella
pereció bajo las aguas tras una gran inundación acaecida hacia el
9500 a. C. ¿Fue esta civilización la Atlántida que relata Platón?
Un grupo de investigadores así lo creen y deducen que todas las
civilizaciones posteriores al 10000 a C. tales como la egipcia,
etrusca, fenicia, griega y romana, etc. han derivado de ella.
La revisión de algunos restos arqueológicos preibéricos y la
traducción correcta de los textos de Platón (Timeo y Critias) han
permitido localizar la Atlántida en la Península Ibérica y en el
norte África así como a su capital, Atlántis, enterrada hoy bajo las
aguas del estrecho de Gibraltar.

La localización de la Atlántida, además de resolver el enigma del
mito, nos acerca a la antesala de nuestros orígenes ya que en todos
los textos en los que se alude ala Atlántida la refieren como el lugar
en donde habitaron los primeros mortales, junto a los dioses, en los
confines del mundo conocido: el Occidente.

Herodoto, Estrabón, Séneca, Filón de Alejandría y otros eruditos,
así como diversos textos religiosos y legendarios (Libro de los
Muertos, Biblia, etc.) dejaron testimonios abundantes a cerca de un
continente, situado en las proximidades del Atlántico, en el Oeste,
desaparecido tras una gran inundación. Lo mas sorprendente es que
también se haga referencia a él en las leyendas bosquimanas y en las
tradiciones de mas de 130 tribus americanas, ubicándolo en este caso
en Oriente (Iberia y Libia). En el Popol Vuh, libro sagrado de los
mayas, se menciona un lugar de oriente, del cual procedían los padres
del pueblo maya y al que debían viajar -cruzando el mar- sus grandes
sacerdotes para ser investidos como tales.
La inundación que asoló este continente -la Atlántida- fue,
presumiblemente, el diluvio del que se habla en mas de 600 relatos
mitológicos de todo el mundo incluido el del Nuevo Testamento. Los
geólogos norteamericanos Wiliam Ryan y Walter Pitman han probado que
el Diluvio fue un acontecimiento real ocurrido al final de la última
era glacial -sobre 9.500 años a. C.- y que junto a otros cataclismos
derivados del cambio climático y de alteraciones tectónicas,
transformaron la anatomía del planeta, sumergiendo unas tierras y
elevando a la superficie otras. Sólo el 1% de la población consiguió
sobrevivir. Estos datos están aceptados por la comunidad científica
internacional.

Los restos arqueológicos del territorio no sumergido fueron
catapultados bajo las construcciones de las ciudades de los nuevos
pueblos. Muchos de los supervivientes de estos cataclismos emigraron
hacia otras latitudes conservando el recuerdo de su antigua
civilización y proyectándola en los mitos y leyendas, en la
religión, en la arquitectura… en definitiva, generando las grandes
culturas de la antigüedad. El descubrimiento de una civilización
anterior a la ibérica, en España y norte de Africa, plantea la
posibilidad de que ésta fuese la Atlántida.
De probarse esta tesis, defendida por prestigiosos historiadores,
arqueólogos, geólogos y filólogos, tales como Jorge Rivero Meneses,
Jorge Díaz, Marquez Triguero etc., la humanidad inteligente y por
consiguiente la civilización, por el contrario de lo que hasta hoy la
historia y la ciencia han defendido, habría surgido en Occidente y,
desde ahí, se hubiera expandido hacia Oriente De esta matriz
primigenia, la Atlántida, derivarían las civilizaciones egipcia,
mesopotamica, celta, maya, azteca etc., teoría que justificaría las
analogías existentes entre todas las culturas de la humanidad pese a
las distancias espacio-temporales que media entre ellas
La Atlántida en España: Un enigma desvelado
En opinión de Jorge Rivero Meneses, J. Díaz, Gonzalez Cravioto,
Maxine Asher -entre otros investigadores- la Atlántida siempre ha
estado ahí, delante de todos; pero sin embargo ha pasado desapercibida
hasta hoy debido a que la traducción incorrecta de los textos de
Platón- pieza clave para su localización- ha inducido a que fuese
buscada en los lugares mas dispares y alejados.
La nueva traducción de los textos platónicos originales, efectuada
por un equipo de filólogos, describe la posición exacta del
continente atlánte en la península ibérica y en la antigua Libia (Norte de Africa).

El epigrafista y arqueólogo Jorge Díaz así lo
afirma: “ambos territorios, Iberia y Libia, estaban unidos por un
archipiélago de islas y debió tener una extensión total aproximada
de 600.000 km. ya que, en la sección 24 del Timeo, se recoge: ‘y esta
península junto a Libia era del mismo tamaño que Asia’. Mas adelante
el mismo texto explica: ‘… su capital, Atlántis, se encontraba en un
archipiélago, frente a las columnas de Hércules’ . Parte de la
Arlántida desapareció a partir del momento en que su capital,
emplazada en el antiguo archipiélago existente en el estrecho de
Gibraltar, se sumergió en el mar, hace aproximadamente unos 9.500
años, tras las inundaciones de la última glaciación”.
En las antiguas traducciones que se hicieron de los textos de Platón
se produjeron tres errores fundamentales: El primero consistió en
traducir la palabra griega “pélagos” como océano, en vez de cómo
marisma o archipiélago, que son sus acepciones en griego, por lo que
se intentó siempre buscar la Atlántida en un gran océano. Pero
Platón se refirió siempre a un archipiélago ya que la traducción
correcta sería : “… En aquella época, se podía atravesar aquel
archipiélago dado que había una isla delante de la desembocadura que
vosotros llamáis columnas de Heracles”. Después añade: “… y la
Atlantis-isla, su capital, desapareció bajo el mar (zálattes)
hundiéndose. Por ello aun ahora el “piélago” es allí intransitable
porque lo impide el fango y los bajos que la isla allí asentada
produce”. En griego existe un termino para mar que es zálattas, otro
para archipiélago que es pélagos y otro para océano (okeanos).
El segundo error cometido por los buscadores de la Atlántida fue el
considerarla una isla. La única voz que utilizó Platón para
identificarla geográficamente fue la de “nésos de pantas” que
significa “península”. En las ocasiones en que se refiere a una isla
(nêsos), lo hace para nombrar a su capital, la isla Atlántis, la
Hierópolis o ciudad sagrada que según describe Platón, se encontraba
frente a las costas de Libia y a los pies de las columnas de Hércules
(estrecho de Gibraltar).

En el Kritias, Platón comenta que los nombres atlántes fueron
traducidos al egipcio y que Solón lo hizo a su vez al griego; de esta
forma puede seguirse la pista de los nombres de sus territorios,
además de extraer un amplio vocabulario, pudiendo conformar un
abecedario atlánte, a modo de piedra de Rosetta.
Del estudio filológico se deduce que la palabra “Atlas” -en las
lenguas indoiranias, ibérica, griega, bereber, euskera, azteca, maya,
etc…- significa “espacio intermedio”; por lo que Atlántis -la
capital- significaría ” la ciudad del espacio intermedio”. Pero
este estudio filológico ha deparado otras sorpresas, que ya habían
intuido investigadores como Amador de los Ríos y Adolf Schulten y es
que la Atlántida y el antiguo reino de Tartessos fueron una misma
civilización y si la historia convencional ha aceptado la existencia
del reino de Tartessos, demostrada la identificación de ambas
civilizaciones debería aceptarse la existencia de la Atlántida como
hecho histórico.

Tharsis, la capital del reino de los tartessos (los primeros habitantes
que ocuparon antes que los iberos el sudeste peninsular) significa, en
lengua tartessica, también “espacio intermedio” y, al igual que la
Atlántis mítica, desapareció bajo el mar. Para los historiadores y
arqueólogos siempre ha sido un enigma la cultura de los Tartessos,
entre otras causas por no poder ser ubicada satisfactoriamente en el
tiempo, dado el anacronismo histórico que supone la existencia de una
civilización tan altamente desarrollada como la de los tartessos en
épocas protoegipcias y a la que en numerosos textos religiosos e
históricos de la antigüedad se la refiere como a un antiquísimo
reino. De los tartessos existen pocos restos arqueológicos, más aún
cuando su capital desapareció bajo el mar.
El paralelismo entre la histórica Tharsis y la legendaria Atlantis, ha
quedado manifiesto por lo que algunos historiadores afirman que sus
nombres son topónimos que se refieren a la misma ciudad. Los
filólogos Ribero Meneses, J. Alonso y Arnaiz señalan además que el
término “Atlantida” es una variante helénica de la palabra
“Atlastan” que, en lengua protoibérica, significa “país o
región” por lo que: Atlántida se traduciría como ” el país de
los atlántes” o también podría traducirse como “el país de los
tartessos” dado que Tharsis y Atlántis, fueron la misma …