Estoy en casa de Mateo, mi hermano valenciano, a las afueras de Bogotá, a 3100 metros de altura.
Dos años después, vuelvo a cruzar el charco y me reencuentro con América, una parte muy importante de lo que soy, de mi despertar, de todo el trabajo que he desarrollado en los últimos años.
En los años 1995-96, viví en la selva de Guatemala la experiencia que me daría el impulso para abandonar la «Mátrix», las oficinas y el salario fijo por la vida del freelance y, posteriormente, tras el viaje a Africa de 1999 (véase el libro que podéis comprar) dedicar mi vida por entero a desentrañar la madeja del Poder en el Planeta Tierra.
Los meses que viví en la aldea de Xamán (no por casualidad el nombre), a un paso de la frontera de Méjico, con los mayas, acompañado de mi amigo Mateo en un proyecto de Intermón, cristalizaron en mí la inquebratable voluntad de acabar con la injusticia en el Mundo. Lo que viví junto a esas pobres (y hermosas) gentes pusieron las bases de lo que haría cuando entré en Internet unos años después y encontré la forma de realizar mi Misión como periodista: averiguar quién y cómo gobiernan el Mundo.
Mientras tanto, el valenciano Mateo se enganchó a un proyecto en Colombia, donde se «arrejuntó» con Nicolasa, tuvieron un «nano» y pusieron en marcha una escuela-taller en un barrio llamado San Luis donde vive gente humilde.
De alguna manera, todo lo que yo he progresado en lo «macro», Mateo lo ha hecho en lo «micro», creando una escuela-taller para los niños del barrio que os mostraré a la vuelta en un vídeo y os diré cómo venir a colaborar aquí. Su labor, en la absoluta carestía de medios, es heroica. Las élites colombianas Iluminati que saquean las arcas públicas, viven del narcotráfico y no dan un peso para la gente necesitada LES PIDEN EL IVA PARA UN PROYECTO HUMANITARIO. Gente ruin y mala donde los haya; no es de extrañar que muchos chavales se tiren a la delincuencia y ahí es donde la casa taller Las Moyas entra en funcionamiento…
Mi lucha, como sabéis, se ha enfocado en el terreno de la alta política porque vi que allí es donde podía desarrollar mi misión pero no me olvido de la cantidad de gente (religiosa y seglar) que andan por el Mundo evitando que la tremenda injusticia que padecemos se convierta en violencia y caos.
Mateo y Nicolasa son algunos de esos «santos» que han renunciado a las comodidades para dar su vida en proyectos comunitarios que, sin duda, son la base del Nuevo Mundo que soñamos. Por eso, a veces pienso qué estarán pensando «allí arriba» con la cantidad de gente que está haciendo cosas y que no está al tanto de los cambios políticos y cósmicos que se avecinan… Sin duda, lo tendrán en cuenta…
Dentro de unos días pondré el link al vídeo que hice de Mateo y Nicolasa cuando estuvieron en mi casa… De momento, os conecto con la página de su asociación donde podréis colaborar, DIRECTAMENTE, sin intermediarios ni burocracias con este proyecto de calle. Seguro que mis amigos en Valencia podrán conectar con estos valencianos de Benetusser para organizar algo con el fin de recaudar fondos…
De momento, os dejo un contacto: info@lasmoyas.org
Voy a visitar Bogotá y a llamar a los contactos que tengo por aquí. El aire está limpio, estoy en medio de Los Andes y mi alma se purifica, como siempre que llego a Latinoamérica…