Mi conciencia planetaria nació a través de mis viajes.
Allá por 1992, con mi primer interraíl, al que siguieron otro en 1993, un viaje por Escocia e Irlanda en 1994, por Italia en 1995, los tres meses que pasé en las selvas de Guatemala en 1996-97, en Cuba (1998), en Senegal, Malí y Costa de Marfil (1999), en Venezuela, en Brasil…
Fue conociendo a gente de diferentes lugares del Planeta como me reafirmé en la intuición que me acompaña desde que nací de que la Tierra es un sólo país y que todos los seres humanos, básicamente, queremos lo mismo. Que nadie sino los indeseables que nos gobiernan quieren las guerras y el hambre, y que todo podría ser diferente si nos uniéramos todos los seres humanos y delegáramos nuestro Poder sólo en los seres de mayor conciencia; esos tienen que ser los nuevos gobernantes.
Entre todos esos viajes, he llegado a sitios especiales, lugares de los que me costó marcharme y en los que me hubiera gustado vivir largas temporadas. Haber estado en Choroní, el Paují y Santa Elena de Uairén (Venezuela); Asís (Italia); Livingstone (Guatemala); Itaparica, Alto Paraíso, Santo Tomás de las Letras (Brasil), Baracoa y Trinidad (Cuba) o Galway (Irlanda) me hizo pensar que realmente se puede vivir de otra manera, a otro ritmo y, sobre todo, con otro tipo de relaciones humanas.
Creo que a lo largo de los años he desarrollado un instinto para llegar a ese tipo de sitios, un olfato especial, hacer kilómetros para llegar a sitios apartados pero que tienen todas esas cualidades. Huelo los paraísos a kilómetros de distancia…
Creo que Mompox es, posiblememente, uno de los mejores en los que he estado. Desde que llegué, me pareció que había llegado al escenario de las novelas de García Márquez, y varias personas me han confirmado (sin yo saberlo) que Gabo pasó temporadas aquí y que se especula con que fue el lugar que inspiró la creación de ese monumento de la literatura terrícola que es «Cien años de soledad». Bañada por el río Magdalena, aquí se respira ese encanto mágico y paranormal (ayer mismo, una señora me contó que su hermano vio un «espíritu vestido de blanco» hace quince días y que se asustó tanto que ¡le lanzó una silla!; parece que la Federación Galáctica lo va a tener difícil). La gente se me acerca a hablar, me llevan a los sitios y mantengo conversaciones ¡sobre los protocolos de los sabios de Sión, el Orden Mundial y los extraterrestres! con total normalidad… Hay monos en los árboles, iguanas en los matojos, me baño en el río y respiro tan hondo como hacía tiempo que no lo hacía…
Ahora que se respira la paz en Colombia, el turismo va a empezar a llegar a estos lugares (aprovechad en venir a Mompox antes de que se masifique!!).
Ayer, tumbado en el malecón del río Magdalena bajo la luna llena, intenté fusionar el trascendental proyecto de la ecociudadela de Magnum Astron con su geometría basada en el orden y la matemática cósmica con estas poblaciones en el Planeta en las que he encontrado el Paraíso. Visualizo que la tecnología que Magnum va a donar al Planeta y el modelo de ecociudadela para unas 6.000 personas es la medida adecuada, aunque me gustaría que las casas fueran de colores y la tecnología no aplaste la creatividad humana…
Por primera vez, empiezo a «oler» que el momento en el que vivamos de otra manera ya está cerca. Magnum (y los científicos que van a aparecer, sin duda, a partir de ahora) ha resuelto todos los problemas energéticos y urbanísticos pero nos falta «algo» que sustituya al avión para que podamos comunicarnos entre estas ecociudadelas del Mundo Unido. Seguro que los platillos volantes como tecnología terrícola aparecerán dentro de poco…
Llega el momento de empezar a soñarlo, a creérnoslo. Las personas que ya nos hemos realizado a nivel profesional o personal sabemos ya hemos experimentado todo lo que cuenta la película «El Secreto» (si todavía no la has visto, búscala…); que la premisa para conseguir algo es visualizarlo.
Cada persona del Planeta debe empezar a soñar con otra manera de vivir, pero a soñar a lo grande; no con un trabajo mejor para poder pagar la Hipoteca sino con un trabajo que le permita desarrollar toda su creatividad sin tener que pagar hipoteca alguna. Soñar con viajar por el Planeta sin aduanas ni pasaportes, llegar a lugares y alojarse en casas, no en hoteles, sentirse en casa en cada país que uno visita, que el dinero no sea la base del intercambio sino la confianza y la risa.
Estamos más cerca de conseguirlo de lo que nos creemos…
Por cierto, ¿sabéis cuál es el himno del Mundo Unido; la organización planetaria fundada por Magnum Astron?
El «Imagine» de John Lennon. Casi se me saltan las lágrimas cuando lo escuchamos…
Hace 5 años que visualicé la Alternativa Mundial Acuario: es el puente hacia ese mundo…
PD: ¿Sabéis cuál era el seunónimo con el que firmaba «Tirofijo» Marulanda, el jefe de las FARC los comunicados que enviaba por email?
-J.E. Judío Errante. ¿Vas entendiendo quién tendió la trampa a Chávez?