Os pido que, por un momento, reviséis la información oficial que nutre la noticia de la liberación de la ex candidata a la presidencia colombiana, Ingrid Bethancourt, en el diario El País.
Reparad en este párrafo: «Las autoridades colombianas han explicado que la operación se ha logrado por la infiltración de una cuadrilla de guerrilleros que eran quienes coordinaban las acciones de secuestros en los últimos años. Por medio de manejos con los infiltrados en la guerrilla, se logró coordinar que unos helicópteros se dirigieran al sur del país, donde estaban los rehenes, para su traslado. Dichos helicópteros pertenecían al Ejército y estaban camuflados para no despertar sospechas».
Reparad en el momento elegido para su liberación, cuando el ex dirigente de los paramilitares en el estado de Antioquia, el presidente Alvaro Uribe Vélez, ha convocado un referéndum para ver si se tienen que convocar nuevas elecciones, que invaliden las que le hicieron llegar al poder mediante la revocación de una ley gracias al comprado voto de una diputada. La «liberación» de Bethancourt hará ver a muchos colombianos a Uribe como un «héroe», apoyando su tesis de que no hay que repetir las elecciones…
Reparad en el papel del sionista francés Nicolás Sarkozy como «salvador», aunque en ningún momento se explica qué cojones ha hecho el heredero de Vlade Tepes para aparecer constantemente en esta película. Al parecer, tiene alguna «conexión» con la guerrilla…
Y ahora, haceos la siguiente pregunta: ¿Qué papel juega Sarkozy en la organización de las FARC? ¿Quién dirige realmente a este grupo de ideología decimonónica e Illluminati? ¿Hasta qué punto está infiltrada? ¿Hasta la cúpula?